En el día 19, recomendamos una película escalofriante del director de “Sexto Sentido” que nos advierte del horror que se esconde en la familia
¿Dónde ver?
Disponible en Max.
Ideal si te gustó:
Sexto Sentido, Actividad Paranormal o Insidious.
No apta para:
Aquellos que están por ir a visitar a sus abuelos.
Si te gustó Trap (2024), esta película te va a encantar. Desde el inicio de Los Huéspedes, M. Night Shyamalan codifica un ambiente inquietante. La trama parece sencilla: dos niños, Becca (Olivia DeJonge) y Tyler (Ed Oxenbould), van a pasar una semana con sus abuelos que viven en una remota granja. Sin embargo, el aura de misterio y la tensión se sienten desde el primer minuto, como si algo oscuro acechara justo debajo de la calma rural. La atmósfera, fría y desolada, pronto se convierte en un laberinto de miradas perturbadoras y comportamientos extraños.
A medida que los días pasan, los abuelos comienzan a comportarse de manera errática. Las actividades nocturnas, que inicialmente parecen inofensivas, rápidamente adquieren un tono siniestro. La abuela, con su mirada perdida y sus movimientos frenéticos, se convierte en una figura espeluznante en la penumbra de la casa. Las escenas donde la cámara de Becca capta sus rituales nocturnos en los rincones oscuros del hogar están cargadas de una tensión tan palpable que el aire parece volverse pesado. La sensación de estar constantemente vigilados, de que algo se arrastra en las sombras, es sofocante.
El uso del found footage amplifica la sensación de vulnerabilidad. Los momentos más aterradores son aquellos donde no vemos nada claro, pero sentimos el peligro inminente. La cámara casera, con su inmediatez y crudeza, nos hace sentir que somos testigos de algo que nunca debimos haber visto. Cada crujido, cada susurro en la oscuridad se convierte en una amenaza latente.
¡Cuidado con los abuelos!
La inocencia de los niños contrasta macabramente con la decadencia física y mental de los abuelos. Becca y Tyler, sin comprender completamente lo que sucede, tratan de justificar los comportamientos extraños como “cosas de viejos”. Pero el espectador sabe que algo está profundamente mal. Esa negación infantil de la realidad solo aumenta la tensión, porque sabemos que el horror está a punto de desatarse. Cuando finalmente lo hace, no hay vuelta atrás.
El giro final, clásico en la filmografía de Shyamalan, es tan inesperado como escalofriante. La revelación transforma la película de un cuento de horror psicológico a una pesadilla palpable, donde las reglas del juego cambian en un segundo. En ese momento, lo que creíamos que era un simple conflicto familiar se convierte en una lucha desesperada por sobrevivir, y la paranoia inicial se convierte en puro pavor.
Los Huéspedes es una película que se alimenta de lo perturbador. Shyamalan, en su retorno al horror, nos recuerda que el verdadero terror no siempre está en lo que vemos, sino en lo que no comprendemos. Es un relato sombrío sobre la confianza, la familia y los secretos que se esconden detrás de puertas cerradas. Cada escena es una invitación a adentrarnos más en lo desconocido, hasta que es demasiado tarde para escapar.
Mirá el tráiler a continuación: