En el día 7, les recomendamos una joya del body horror contemporáneo, ideal para quienes buscan profundizar en este género tan fascinante como perturbador.
¿Dónde ver?
Disponible en Max.
Ideal si te gustó:
Black Mirror, Crímenes del Futuro o La Sustancia.
No apta para:
Los que creen que invadir la mente de otros es una práctica de autoayuda.
El body horror vuelve a estar en el centro de la conversación gracias al boom de La Sustancia, un género que nos confronta con lo grotesco de la transformación física. Desde los clásicos como clásicos como Videodrome y La Cosa, que utilizan efectos prácticos para crear imágenes inquietantes, hasta obras contemporáneas como Titane de Julia Ducournau, el body horror convirtió en una forma poderosa de examinar temas como la identidad, la sexualidad y la condición humana. Con su capacidad para evocar tanto asco como fascinación, este género desafía los límites de lo que consideramos aceptable en la representación del cuerpo, convirtiéndose en un vehículo para una profunda crítica social y personal.
“Possessor”, dirigida por Brandon Cronenberg no es simplemente una película de ciencia ficción; es un viaje perturbador y provocativo hacia la mente humana. Un hito en el cine contemporáneo que desafía los límites del género. En este cosmos de información y caos, “Possessor” es una odisea cyberpunk que despliega sus hilos narrativos como arterias enredadas en la espina dorsal de una realidad fragmentada. La dualidad entre carne y código se desdibuja, y las pulsiones digitales se entrelazan con los susurros electrónicos del inframundo. La película, como un virus, infecta la percepción del espectador, dejando una estela de resonancias futuristas y dilemas filosóficos en su estela pixelada.
Crímenes del futuro
La historia se centra en Tasya Vos, interpretada por Andrea Riseborough, una asesina a sueldo que trabaja para una organización secreta que utiliza tecnología avanzada para infiltrarse en las mentes de otras personas y llevar a cabo asesinatos. Esta tecnología implica que Tasya puede poseer temporalmente el cuerpo de otra persona para cometer sus crímenes, dejando al anfitrión inconsciente de lo que está sucediendo.
La trama se complica cuando Tasya se encuentra luchando con la pérdida de su propia identidad debido a las frecuentes inmersiones en las mentes de otras personas. La película explora temas de identidad, control y las consecuencias psicológicas de manipular la mente humana. A medida que la historia avanza, la línea entre la realidad y la ficción se vuelve cada vez más borrosa, y Tasya enfrenta desafíos psicológicos y morales.
De tal palo, tal astilla
Brandon comparte similitudes estilísticas con su padre, David Cronenberg, destacándose en la exploración de lo psicológico y lo corporal. Ambos directores tienen un estilo visual distintivo, utilizando la cinematografía para crear mundos únicos y evocadores. Comparten la tendencia a abordar temas controvertidos y provocativos, así como a infundir sus películas con un enfoque artístico dentro de géneros como el terror y la ciencia ficción. Aunque la influencia paterna es evidente, Brandon forjó su propia voz cinematográfica, llevando a cabo exploraciones creativas y abordando temas de manera única en otras películas como Antiviral y la reciente Infinity Pool.
“Possessor” ganó el premio a la Mejor Película en el Festival Internacional de Cine de Sitges en 2020. Este reconocimiento en uno de los festivales de cine más destacados en el ámbito del cine de género y ciencia ficción subraya la recepción positiva y el impacto que la película tuvo en ese entorno específico. Ganar el premio a la Mejor Película en Sitges es un logro significativo y destaca la calidad y originalidad de la obra de Brandon Cronenberg para la posteridad.
Mirá el tráiler a continuación: