La ganadora a la Palma de Oro en Cannes 2023, nominada al Oscar 2024 y múltiple galardona película llega a salas de Latinoamérica.
Es que “Anatomy of a Fall” (Anatomía de una Caída), la película que logró mantener la expectativa de todo cinéfilo, será por fin disfrutada en cine y, quienes la pudimos ver, sabemos que la directora Justine Triet te llevará a un viaje asfixiante y gatillante de emociones.
El film, que se considera un thriller judicial, podría ser analizado desde distintas perspectivas, y es que su capacidad de tener diferentes capas y subliminales discursos, la hace magnética tanto en la reflexión sociológica de su guion ( Por algo está nominada al Oscar para categoría Mejor Guion Original), como en su cinematografía.
¿De qué va?
Una mujer acusada por el asesinato de su marido, Sandra, una bestial Sandra Hüller nominada al Oscar en la Categoría Mejor Actriz, comienza a ser juzgada públicamente mediante la investigación de su defensa. Como si el contexto en sí no fuese lo suficientemente extremo, su hijo, con discapacidad visual debe ser sometido a escuchar los audios que va siendo destapados durante el juicio.
La introducción de Sandra, el personaje de Sandra Hüller en los créditos iniciales al son de la armonía de “Asturias” en piano forte es hipnótico y la fuerza natural perfomativa de la actriz hace parecer fácil el tránsito desde un estoico comportamiento en una sala de juicio a un mar de lágrimas contenidas que explotan en el lugar más impensado. Su interpretación es brillante.
La Atmósfera de Anatomy of a fall
Justine Triet es la única mujer nominada a los premios de la academia de este año como Mejor Director, y cómo no, si ya al comienzo del film te tiene en un estado de exasperación y caos.
Hay conversaciones silenciadas por una música exorbitantemente fuerte, un lugar aislado en medio de la montaña rodeada de profusa nieve y una familia en distintos espacios de la casa donde conviven. Ese recurso me recordó mucho a la película “Parásitos” de Bong Joon-Ho. Cómo los personajes que habitan la casa están en espacios conexos pero en sus propios e isolados mundos privados.
Es en este lugar donde la canción de 50 cents- PIMP- que es remixeada por Baca Rythem & Steel Band, y que es parte de la banda sonora del film, se toma los primeros 10 minutos de la película a todo volumen. Causando en la audiencia incomodidad y agobio físico, no da tregua, es tan permanente y avasalladora que sigue en tu cabeza incluso cuando ya es un recuerdo fuera de plano y sólo se mantienen los diálogos. Una capacidad de movilizar con recursos cinematográficos espectaculares.
De ahí en adelante todo es escalada. cómo está filmada es una delicattessen para quien la asiste. En el juicio, audios se convierte en escenas que son flashback de la protagonista y su marido, y a ratos la cámara pasa lentamente por las caras atónitas del público que presencia el juicio, por un hijo de once años que conoce la verdadera historias de sus padres en una audiencia y de una mujer castigada por un sistema que la cuestiona solo por ser mujer y por priorizar su vida.
Por esto también me cuestiono el tan EXTREMADAMENTE bien pensado nombre de la película, porque ¿Es la anatomía de qué caída? ¿Es la física?, ¿la que se investiga? O ¿es la caída de un matrimonio sin retorno?, o la caída del sistema, frente a una mujer extremadamente clara de lo que vale y quiere, ¿es la caída de las relaciones familiares oxidadas por la falta real de comunicación que solo renace en un juicio post mortem de uno de ellos?. Ese múltiple análisis es el que les comentaba en un comienzo y que incluso pasado un tiempo después de visionarla, te entrega más reflexión sobre todas las variables que la intersectan.
Ya está en algunos cines latinoamericanos y en los faltantes se estrenará el 1 de febrero.