Si te gustan las películas para analizar el comportamiento humano en situaciones extremas, crisis o catástrofes, este es tu film.
Un mega terremoto en Seúl, un solo edificio que lo resiste y que se erige entre un horizonte de escombros y polvareda, un crescendo de “modo de supervivencia” y una comunidad que va jugando con la psique de sus protagonistas que transitan al límite de lo más extremo de la humanidad y las normas sociales.
El condominio Hwang Gung, es la única imponente obra arquitectónica de concreto que logra quedar inmune a este movimiento telúrico mortal. Sus residentes conmocionados no acreditan lo que ven sus ojos y entre la desesperación frente a la distopía rápidamente se dan cuenta que serán el centro de atención externa, por quienes quieren refugiarse en él, e interna, por quienes quieren permanecer en él.
La Comunidad : El Frente interno
Ante una emergencia, la escasez de recursos y la falta de decisiones orientativas puede causar descontrol. En ese panorama los vecinos de los apartamentos Hwang Gung toman una decisión extrema que lo cambia todo: “Nuestros departamentos pertenecen a los residentes. Solo los residentes podrán vivir aquí”.
Esa decisión, tomada por parte de los vecinos, es la concreción de la ambivalencia con la que juega el realizador al retratar la inmersión a la distópía desde lo cotidiano. Ver gente común expuesta a un escenario post-apocalíptico es hipnótico en términos sociológicos, hace reflexionar sobre tu propio comportamiento en una situación así, y es que el director posiciona muy bien esa base para que el espectador este activo y alerta frente a la vulnerabilidad de lo desconocido, absorto en la reacción de los protagonistas transgrediendo normas básicas societales en base a sus creencias y amoldando a su gusto las reglas del juego.
“Los Otros”: El Frente externo
Ante la amenaza de que ajenos al edificio se tomen el lugar, la comunidad, con la regla de que solo serán aceptado los dueños de los departamentos, comienza a organizarse desde las bases para crear protocolos de funcionamiento básico para la supervivencia de los inquilinos.
Esto amerita reunir y elegir a quienes serán los lideres, se delimitan las funciones por roles, y comienzan a erigirse las primeras reglas de una pequeña sociedad gobernada por delegados. El condominio se vuelve un dilema social continuo donde personas comunes comienzan a ser golpeadas por situaciones extremas que van formando o (re) formando su carácter según avanza la historia. Emergen nuevos liderazgos y todo puede ser cuestionado.
Ahí lo interesante del film, el flujo de las constantes dinámicas de poder que ponen a prueba a los protagonistas. Un guion que no permite quedarte afuera de lo que va pasando a cada minuto en pantalla y unas actuaciones que merecen ser reconocidas como fuerzas absolutas en este vai-ven de emocionalidad precaria ante la reacción y transformación del comportamiento humano bajo situaciones de trauma explícito.
El actor de Squid Game, Lee Byung Hun como Young-Tak el lider de la resistencia, es adictivo en su performance, carismático y peligroso va logrando poco a poco sus objetivos. Y Quienes se “roban” la película son Park Seo -joon (Min Seong) y Park Ji- Hoo (Hye Won) una joven pareja que se ve enfrentada a desafíos éticos que, como mencionamos en un comienzo, van mucho más allá del bien y el mal. Conversamos sobre esto con el director y esto fue lo que dijo:
Cinéfilos: Esta película está basada en “Cheerful Outcast”, Part II, Cheerful Neighborg, pero fuiste parte de la adaptación y construcción del guión, ¿qué era lo más importante a transmitir para ti?
U: Quería que fuera gente común y corriente, no quería que hubiese un personaje malo y otro bueno, quería que cualquier audiencia se pudiese sentir identificada con algún personaje, que fueran tridimensionales, por eso te preguntaba con quién te identificabas, porque tienes muchos personajes y distintas perspectivas con las que puedes conectar. Por ejemplo con el protagonista, no quería que la gente lo apoyara pero sí que lo entendiera. Hay otras cosas atrás como que esos edificios de concreto fueron hechos en los 70´s-80´s, representa más la generación de nuestros padres, el hombre como el sostenedor de la casa fortalecido por el gobierno militar, entonces hay mucha representación simbólica en el pelicula y en sus personajes.
Al comenzar la entrevista, el director UM Tae-hwa preguntó con cuál de los personajes habíamos conectado más de la película y para terminar le devolvimos la pregunta y esto fue lo que nos contestó:
U: Sería un personaje que buscaría solucionar los problemas, pero no podría ver sufrir a un niño, por ejemplo. Nadie quiere pasar por algo así.
“Concrete Utopia”, va a la carrera del short list por Mejor Película Extranjera de los premios de la Academia representando a Surcorea, el film es una invitación al diálogo sobre la (de) construcción de la sociedad y de cómo elegimos a quiénes la lideran.