En Netflix está disponible “Una loca entrevista”, la película censurada que desencadenó tensiones internacionales y risas a gran escala.
El mundo del cine a menudo es testigo de películas que generan un fuerte impacto, ya sea por su contenido provocador o las circunstancias que rodean su producción. Una loca entrevista es uno de esos casos destacados en el catálogo de Netflix, una comedia protagonizada por Seth Rogen y James Franco que, a pesar de enfrentar obstáculos inusuales, se convirtió en una opción más que divertida para pasar el rato.
La trama de la película sigue a dos reporteros estadounidenses que son enviados a Corea del Norte con una misión peculiar: entrevistar al líder del país. Sin embargo, lo que inicialmente parece una operación de la CIA para desenmascarar al gobierno norcoreano se tuerce cuando los periodistas son recibidos con cordialidad y amabilidad.
Las complicaciones se intensifican cuando uno de los reporteros se enamora de su acompañante asignada por el gobierno. La película es una sátira afilada que critica abiertamente al régimen norcoreano, sin esconder las tensiones internacionales.
La controversia que rodea a Una loca entrevista no se limita a su contenido. El filme fue prohibido en Corea del Norte debido a su representación satírica del gobierno y enfrentó numerosos desafíos durante su estreno en cines. Ataques cibernéticos a los servidores de Sony Pictures, la productora detrás de la película, comunicados y problemas de Internet, crearon un ambiente inusual en torno a su lanzamiento.
A pesar de las dificultades iniciales y su recepción tibia en las salas de cine, Una loca entrevista ha ganado con el tiempo una audiencia apreciativa. Dirigida por Evan Goldberg, conocido por ser el guionista de Superbad y Pineapple Express, la película cuenta con un elenco talentoso que incluye a Lizzy Caplan, Randall Park y Diana Bang.