Pasaron dos décadas desde que salió “Freddy vs. Jason”, una joya del cine de terror con dos de los villanos más temibles. Disponible en HBO.
Un día como hoy, pero hace 20 años, la gran pantalla se convirtió en un campo de batalla sobrenatural cuando Freddy vs. Jason (2003) hizo su impactante debut. Esta película, que enfrenta a dos de los villanos más icónicos del cine de terror, Freddy Krueger de Pesadilla en Elm Street y Jason Voorhees de Viernes 13, se convirtió en un crossover inolvidable en la historia del género. Con su mezcla de sangre, acción y nostalgia, Freddy vs. Jason irrumpió en la cultura popular y continúa siendo recordada como un hito.
Pero retrocedamos en el tiempo, y los seguidores del slasher recordarán con claridad el final de Jason Goes to Hell: The Final Friday (1993). Después de la aparente muerte de Jason y cuando todo parecía haber llegado a su fin, la afilada mano de Freddy sale de la tierra, arrebatando la máscara y llevándola a las profundidades. Este asombroso preludio marcó el inicio de un esperado cruce, aunque pasaron diez años para que finalmente se materializara. Incluso antes de este épico encuentro, el gigante enmascarado hizo un viaje espacial en la lamentable Jason X, una película que los mismos creadores del crossover optaron por dejar fuera de la ecuación.
Dos monstruos emergen de los rincones más oscuros de la imaginación. Uno, el maestro de las pesadillas, susurra terror en el oído de los durmientes; el otro, un espectro del silencio, acecha en la penumbra de los bosques. Uno fue devorado por las aguas, el otro consumido por el fuego. Freddy vs. Jason es un duelo infernal que trasciende el espacio y el tiempo en el tejido mismo de la noche.
¿De qué va?
La historia de se desenvuelve en el tranquilo pueblo de Springwood, donde las aberraciones de Krueger han sido olvidadas. Para recobrar su poder, Freddy resucita al infame asesino en serie de la máscara de hockey. En medio de este enfrentamiento, un grupo de jóvenes se convierte en el centro y deberán luchar por sobrevivir. Mientras los destinos de los dos asesinos se cruzan, la línea entre los sueños y la realidad se difumina, sumergiendo a todos en un espiral de miedo y caos de ultratumba.
Ronny Yu no reinventó la rueda, pero como en el Universo Marvel, el cine de terror también se ha sentido atraído por reunir a sus protagonistas. La primera fue Frankenstein vs. el Hombre Lobo (1943), un choque de titanes góticos. La versión japonesa de King Kong vs. Godzilla (1962) rivalizó a dos de las criaturas más emblemáticas del cine fantástico. Posteriormente, Alien vs. Depredador (2004) llevó la ciencia ficción a nuevas alturas al unir las franquicias. Sadako vs. Kayako (2016) trajo a dos de los espíritus vengativos más aterradores del cine asiático. Hasta incluso, en 2004 los títeres asesinos de Puppet Master se batieron a duelo con los juguetes poseídos de Demonic Toys.
Freddy vs. Jason fue dirigida por Ronny Yu y contó con la colaboración de los creadores originales de ambas franquicias, Wes Craven y Sean S. Cunningham, lo que agregó un nivel adicional de autenticidad y emoción para los fanáticos de ambas sagas. Cabe mencionar que Robert Englund regresó para interpretar una vez más a Freddy Krueger, lo que significó un reencuentro con el personaje que lo convirtió en una leyenda.
En el momento de su estreno, la crítica se dividía entre los que alababan el choque de dos íconos del horror y los que cuestionaban la profundidad de la trama. Aunque algunos elogiaron la satisfacción de ver a Freddy y Jason enfrentarse finalmente en la pantalla después de tanta sangre derramada, otros argumentaron que la película sacrificaba la coherencia en favor de la acción y los sustos. A pesar de estas opiniones dispares, la película dejó su marca en la cultura pop como un enfrentamiento legendario que todavía hoy seguimos celebrando.