Durante el último mes, Euphoria fue una de las series más comentadas de la historia en las redes sociales. La tira original de HBO tuvo su máximo pico de visualizaciones con el lanzamiento de la segunda temporada que culminó este domingo con el octavo y último capítulo.
En esta segunda entrega, el director Sam Levinson nos mostró el lado más conflictivo y violento de la historia de sus personajes,indagando en la parte más oscura de el pasado de cada uno. Con cada lanzamiento semanal, se fueron generando incertidumbres en cuanto a la vida de su protagonistas, que no supieron resolverse en este último capítulo.
Si bien en los primeros episodios no quedó en claro hacia qué lugar iba la historia, desde la narración de un ida y vuelta entre los problemas de personajes como Nate Jacobs, Cal Jacobs, Maddy Pérez y Cassie Howard, en el capítulo 6, el director supo retomar la trama principal de la serie: la vida de Rue.
Los episodios que antecedieron al final
El episodio 6 fue el más completo y fiel a la trama que se planteó desde un principio, con la explosión de Rue y su adicción a las drogas; un tema que corrió el riesgo de volverse monótono y poco redundante. La impecable interpretación de Zendaya fue uno de los factores más importantes de este capítulo, que hizo recordarles a los espectadores que ella es la principal protagonista de la serie.
El séptimo capítulo también fue otro de los más completos, proyectando, desde la obra de Lexi, un resumen de los momentos más destacados de la serie de cada uno de los personajes principales. Podemos ver cómo se traslada del humor a la nostalgia y de la nostalgia al caos para luego volver al humor, en tan solo 40 minutos de contenido. Sin embargo queda muy expuesto el hecho de que no se haya contado la historia de Kat, ya que el director decidió recortar su guión porque tuvo un conflicto con Barbie Ferreira, la actriz que la interpreta.
Este capítulo le dio a los espectadores lo que estaban esperando: la humillación de Nate Jacobs, el éxito de Lexi, y una Rue feliz y rehabilitada de las drogas. Pero la cosa volvió a tornarse difusa en el último episodio, con una innecesaria continuación de la obra de Lexi.
¡Alerta, spoiler!
Si bien este final tiene algunas cosas positivas, quedaron muchas cuestiones inconclusas que podrían haberse cerrado aunque sea en cierta medida. Una de las escenas a destacar es la del conflicto en la casa de Fezco, los fanáticos de Euphoria estaban esperando a ver qué pasaba con este personaje (que es uno de los mas queridos) y pudieron conseguir la respuesta. Sam Levinson supo romper con el perfil de un Fezco tranquilo, frío y calculador, que se mostró desesperado cuando tocaron su punto débil: Ash. También supo despejar la duda sobre el personaje de Faye, dejando en claro que siempre fue leal a Fezco y su hermano, lo cual todavía no estaba esclarecido del todo. Ese micro-relato se cerró, el director dio a entender que Ash murió y Fezco va a ir a la cárcel. Pero esto fue lo único que se resolvió de la temporada.
Por otro lado, la historia de amor entre Lexi y Fezco, que fue lo que más tuvo expectantes a sus fanáticos, no tuvo ninguna conclusión. Desde el primer capítulo de esta temporada el director dio a entender que nacería un romance entre los personajes pero finalmente nunca llega a concretarse, lo cual puede verse como uno de los puntos más bajos de este episodio.
El triángulo amoroso
Otro de los grandes tópicos fue el conflicto entre Maddy, Nate y Cassie, que finalmente terminó en mostrar a los tres siguiendo su camino por separado, dejando a Nate como víctima colateral de su relación con Cal, a Cassie como la mala de la película y a Maddy como uno de los personajes favoritos de los fans. El director supo pulir a este último personaje, mostrando una versión más sensible de ella que se reinventó desde el dolor. Quizás si se hubiera mostrado más sobre esto en el último capítulo, hubiese aportado más a la historia, en lugar de utilizar tantos minutos en, por ejemplo, mostrar a Elliot cantándole a Rue.
Este último triángulo amoroso tampoco se termina de entender, Rue nunca se entera de que Jules le fue infiel con Elliot y se proyecta el arrepentimiento de ambos desde el hecho de delatarla con su consumo de drogas, cuando puede que su culpa venga desde esa infidelidad.
Lo bueno es que dos de los personajes más queridos terminan teniendo su recompensa en este episodio, vemos a Rue y Maddy más centradas y contentas que antes, pero hay muchas cosas que quedan inconclusas y más de una escena innecesaria, cómo la del velorio del papa de Rue que se repitió en varias ocasiones, teniendo en cuenta que tendremos que esperar hasta 2024 para ver la próxima temporada.