Bridgerton, el gran éxito de Netflix, recibió algunas críticas sobre su historia. Lejos de atacar, la serie dio una lección sobre racismo.
Bridgerton llegó a la pantalla de Netflix en 2020 y alcanzó los 82 millones de visionados en apenas 28 días. Tras estos números, la plataforma de streaming no dudó en renovar la ficción para más temporadas. Es así que el equipo se encuentra filmando actualmente la segunda entrega, y se preparan para lanzar más temporadas con el correr del tiempo.
La serie Bridgerton está basada en los libros escritos por Julia Quinn. Dicha historia está ambientada en el mundo competitivo de la alta sociedad londinense del siglo XIX, una época donde las jóvenes eran presentadas a la corte y definían su situación matrimonial. Sin embargo, hay un cambio en particular que llamó la atención de muchos fanáticos.
La ficción de Netflix es diferente a lo que escribió la escritora en sus libros. La producción de Shonda Rhimes para Netflix decidió incluir a personas de color en su elenco. De esta manera, el personaje principal, interpretado por Regé-Jean Page, tiene una posición de alto rango. Algo totalmente inesperado, especialmente para la época en la que está ambientada la serie.
Algunos están a favor, y otros en contra
Lo cierto es que son varios los personajes de color que tienen un rango importante dentro de Bridgerton, y algunos fanáticos criticaron la ficción por dicho tema. Según algunos seguidores, Inglaterra no tenía, entre su pueblo, gente de color en la época que narra la serie. Rápidamente, la actriz Kathryn Drysdale salió a responder.
“Se ha borrado su presencia, pero su existencia en estas historias ha sido muy muy real”, sentenció. Además, la actriz agregó que estaba feliz de que en Bridgerton no fueron representados simplemente como esclavos o con historias de sufrimiento, como suele suceder en la mayoría de las ficciones y películas.