El prestigioso actor confesó que llegó a ir a terapia cinco días a la semana porque no sabía cómo lidiar con la fama.
A sus 81 años, Al Pacino volvió a lucirse con la reciente interpretación de Jimmy Hoffa en The Irishman, el último trabajo del director Martin Scorsese.
Durante una entrevista con The Hollywood Reporter, el emblemático actor habló de su presente profesional, de sus años de formación y del impacto que tuvo en su salud mental la fama que obtuvo en los 70 tras su inolvidable papel de Michael Corleone en El Padrino.
“Es algo a lo que tienes que acostumbrarte. Me acuerdo de que Lee Strasberg me dijo: ‘Querido, simplemente tienes que asimilarlo’. Y es verdad que lo tienes que hacer, pero no es tan sencillo”, comentó el actor y agregó que tuvo que acudir a terapia psicológica cinco veces a la semana durante los siguientes 25 años tras convertirse en una estrella internacional.
“Tuve mis problemas, por supuesto, y por eso recurrí a la terapia”, recalcó. En paralelo seguía protagonizando importantes papeles como El Padrino III de Francis Ford Coppola o en el clásico de culto Scarface.
“Necesitaba alejarme temporalmente de ese ritmo infernal y de la propia industria. Me vino muy bien y disfruté mucho de esa época, pero llega un momento en que se te acaba el dinero y no te queda otra que trabajar duro para recuperarlo”, añadió el actor.
Sus sesiones de terapia se prolongaron durante 25 años y fueron fundamentales para su vida, que había cambiado por completo tras su participación en otros éxitos posteriores: “Tuve que trabajar muchas cosas”.
Hoy, Pacino asegura que está más preparado para lidiar con el éxito y con la atención que suele recaer en él cada vez que protagoniza películas de gran impacto como The Irishman, en la que cuenta con Robert De Niro como compañero de elenco nuevamente.
Sobre el éxito de su último trabajo dijo: “Es extraordinario, casi como un sueño”, y al ser consultado por la posibilidad de una nominación al Oscar dijo: “Creo que todo esto puedo manejarlo un poco mejor ahora y me siento muy bien por ello“.
¡Nunca es tarde para empezar a disfrutar, Al!