Earl Simmons, conocido como DMX, murió después de sufrir un “paro cardíaco catastrófico”, en el hospital de White Plains, Nueva York.
DMX fue una de las máximas estrellas del rap a fines de los 90 y principios de los 2000, luchó contras las adicciones y terminó preso. Pero aun así, logró meterse en el mundo del cine.
Comenzó con Belly de 1998, film el cual realizó con Nas. En el 2000, apareció como el propietario del club nocturno Silk en Romeo debe morir, junto a Jet Li y Aaliyah. Con Aaliyah realizaron “Come Back in One Piece” para la banda sonora de la película.
Un año después, participó en Herida abierta, con Steven Seagal, e interpretó al narcotraficante Latrell Walker. También estuvieron en el film Isaiah Washington y Anthony Anderson. En De la cuna a la tumba, nuevamente con Jet Li, pero en el año 2003, dio vida a Anthony Fait.
Quizás su papel más preponderante llegó en Nunca mueras solo, film en el cual interpretó al narcotraficante King David junto a David Arquette y Michael Ealy, en el 2004.
¡Que en paz descanses DMX!