Se reveló una de las facetas más tiernas de la joven cineasta, al difundir parte del contenido epistolar que dirigió a artistas de la talla de Justin Timberlake, Dave Matthews y Alanis Morrissette, para poder incluir algunas de sus canciones en su ópera prima Lady Bird
Corría el año 2017 y arribaba a la gran pantalla Lady Bird, la sentimental ópera prima de la multifacética Greta Gerwig. Reconocida como uno de los máximos exponentes del género Mumblecore y habiendo participado en distintas producciones cinematográficas en calidad de actriz o guionista, la oportunidad de lucirse detrás de cámara llegó de la mano de una historia con tintes autobiográficos, que narraba la historia de Christine (interpretada por Saoirse Ronan) una joven que transitaba su último año escolar en la ciudad de Sacramento.
Con todos los aditivos y complementos característicos de un coming of age, Lady Bird recibió una excelente acogida por parte de la crítica y del público, obteniendo inclusive dos galardones en la entrega de los Globos de Oro y siendo nominada a cinco premios de la Academia. Si bien Gerwig desestimó que las vivencias de la protagonista se hayan basado exclusivamente en un relato no ficcional, es innegable que la impronta de lo propio (asentado en un estilo muy minimalista a la hora de contar una historia, las particularidades estilísticas, la locación y la trama) tuvo una profunda influencia a la hora de crear a su protagonista.
Parte de este entramado trae aparejada una anécdota que sacó a relucir otro costado de Gerwig quizás menos conocido: la faceta de fan. Con dedicación nostálgica y evocando las canciones que marcaron parte de su adolescencia, la joven cineasta decidió enviarle cartas muy personales a artistas de la talla de Justin Timberlake, Alanis Morissette y Dave Matthews, solicitando la inclusión de algunas piezas musicales en su obra y justificando la elección y la importancia de las mismas dentro del contexto del relato.
Con la lucidez y sencillez que la caracterizan, tales escritos parecen realizados por una Greta del pasado, aquella adolescente que creció en Sacramento-al igual que Lady Bird-y que fue “tocada” por la magia de esta música.
La primera carta fue dirigida a Justin Timberlake para poder usar el tema “Cry me a river”:
Querido Señor Timberlake,
Quiero decir, ¿Qué puedo decir? Usted es Justin Timberlake. Fue la banda sonora de mi adolescencia. Su fama corresponde con mi incómoda pubertad. Entre *NSYNC y su trabajo en solitario, cada año de mi crecimiento fue definido por su sonido. Creo que no sería una adulta de no ser por ti.
Escribí y dirigí una cinta llamada Lady Bird, protagonizada por Saoirse Ronan. Es una historia ambientada en su último año escolar, entre el otoño de 2002 y el otoño de 2003. Su álbum Justified fue lanzado ese año, y se adueñó de ese año. Recuerdo haber estado en la cafetería almorzando y que alguien la reprodujo para mí en un discman y quería escucharlo de nuevo, inmediatamente y tan fuerte como sea posible. Inmediatamente después de la escuela, fui a Tower Records y compré tanto el CD como el cassette porque mi automóvil no tenía reproductor de CD.
“Cry me a river”es la canción que amaría poner en la película. Es sensual y hosca e infecciosa -lo que “Gimme Shelter” debe haber provocado en los niños de los 60. Es una canción que instantáneamente te hace sentir cool y sexy cuando la reproduces. Transmite lo genial. La canción comenzaría a sonar cuando nuestra heroína, Lady Bird, llega a una fiesta en la casa de la chica más popular de su escuela. Lady Bird intenta seducir a su objeto de deseo, Kyle, que tiene la confianza que solo un adolescente tiene. Lo encuentra leyendo en la piscina, y concreta su deseo cuando se besan apasionadamente. La canción sonaría mientras el ambiente se calienta junto a la cama de bronceado, que obviamente la chica popular tiene en su casa.
Sé que no soy la primera mujer que enloquece por su música, y sé que no seré la última. Pero puedo decir con certeza que nadie estará más feliz, más honrada o más emocionada por tener su canción en mi película. Cómo desearía poder decirle a mi yo adolescente que ocurriría esta como adulta.
Muchas gracias por su consideración, realmente significa el mundo para mí.
Tu fan sincera,
Greta Gerwig.
La segunda misiva tuvo como destinatario a Dave Matthews, solicitándole permiso para poder utilizar en dos escenas la canción “Crash into me”:
Estimado Señor Dave Matthews,
Amo su música. Sus álbumes fueron los primeros CD que compré. Hice que mi padre me llevar a ver su banda presentarse cuando vinieron a Sacramento. Apagaba todas las luces de mi habitación, me acostaba en el suelo y ponía “Before these crowded streets” en un loop e imaginaba que era como estar enamorado, estar en un viaje de carretera, tener una aventura salvaje, crear arte, ser una persona en el mundo. Creo que cuando se es adolescente, la música es la forma en la que imaginas el futuro. Siempre pareciera que la vida ocurre en otro lugar, y definitivamente no a uno, así que es través del arte, que intentar conectar con un mundo más grande.
La canción “Crash into me” fue y es la canción más romántica. Es sincera, amada, tierna y épica. En mi película, Lady Bird, es usada dos veces. Primero en un momento de corazones rotos y dolor adolescente. Luego, es usada en el punto de no retorno de nuestra heroína, interpretada por Saoirse Ronan, en la que decide ser ella misma, declara que ama la canción y lo que realmente le importa en la vida. Se me hace imposible imaginar la película sin la canción.
Adjunto las páginas del guión en que se usa la canción, pero si tienes dudas, me encantaría conversar contigo en mayor profundidad.
Muchas gracias por considerar mi solicitud, y por leer esta carta. Ojalá pudiera retroceder el tiempo y decirle a mi yo de 16 años que vendría este momento -ella nunca me creería-, pero para ser sincera, mi yo de 32 años tampoco puede creerlo.
Sinceramente,
Greta Gerwig.
Por último la destinataria fue Alanis Morrissette, a quien le solicita permiso para incluir el tema “Hand in my pocket”:
Querida Señorita Morissette,
He sido fan suya toda mi vida. El primer cassette que tuve fue Jagged Little pill. Escuché “Perfect” una y otra vez en mi living, memoricé las letras, y sentí que estaba escrita para mí. Recuerdo que llevé ese cassette a una pijamada donde todas reprodujimos nuestras canciones favoritas. Yo puse “Hand in my pocket” porque mi madre me dijo que “perfect” podría ser muy densa para una pijamada de 5 grado. Vi la cinta DOGMA porque leí que usted interpretaba a DIos, lo que calzaba perfectamente conmigo.
Lady Bird, la película que escribí y que pronto comenzaré a dirigir, es sobre el último que uno pasa en casa, en la escuela secundaria. Es una historia de crecimiento, y se ambienta a comienzos de los 2000. La música es muy importante para construir este mundo, y su música me ayudó a definir toda mi adolescencia.
La canción “hand in my pocket” está escrita en las etapas preliminares de la cinta. Cuando estaba ensayando con la actriz principal, Saoirse Ronan, me dijo que la primera película en la que actuó, ella cantó “Ironic”. En caso que quieras verla, aquí está ella como una niña pequeña, haciendo un cover al estilo de Weird Al.
Muchas gracias por considerar esta solicitud, y gracias por toda la música que hizo. Lograste que muchas chicas sintieran que podían hacer lo que quisieran.
Sinceramente,
Greta Gerwig
Esta pequeña joya que es Lady Bird ya se encuentra disponible en Netflix.