Fue la última gran representante del cine de Hollywood clásico.
Olivia De Havilland cumplió un siglo de vida el 1 de julio de 2016 y falleció en su casa en París durante la noche del sábado al domingo, según confirmó su publicista. La actriz estadounidense de origen británico ganó dos Premios Oscar gracias a Vida íntima de Julia Norris (1946) y La heredera (1949), en la que su actuación fue considerada como una de las mejores de la historia del cine.
Sus papeles más populares llegaron gracias a sus películas con Errol Flynn y muy especialmente de la mano de Melania, Melita, la gran rival de Escarlata O’Hara en Lo que el viento se llevó, la superproducción de 1939. Gracias a ella consiguió la que fue su primera nominación al Oscar, y otras dos le llegaron por Si no amaneciera (1942) y Nido de víboras (1948).
Desde su retiro, brindó varias entrevistas en la que siempre está dispuesta a hablar de su vida, de su cine, de su hermana Joan, de Lo que el viento se llevó y de París, que la encandiló desde el primer día. “Me encantaba sentirme rodeada de edificios de verdad, iglesias de verdad, castillos de verdad… y no pintados o de cartón piedra”, contaba hace un par de años. Y así lo hizo, hasta su muerte.
¡Qué en paz descanse, Olivia!