En maorí la palabra autismo se dice “Takiwatanga” y significa a su propio ritmo y espacio.
Una de las particularidades de esta serie es que es narrada desde la mirada de Sam (Keir Gilchrist) un adolescente con autismo que empieza a abrirse el mundo para encontrar el amor, lo que marca un precedente no solo en las series de la plataforma Netflix, aborda una temática poco explorada en el cine en general. El cómo se ve el mundo desde la mirada del autismo.
Te envuelve en un mundo poco conocido, que, si bien no tiene fines documentales, puede enseñarte sobre ciertos rasgos de personas con autismo y también te propulsa a empatizar con la fibra más noble de esta serie. Ponerte en los zapatos del otro.
No solo en los del personaje principal, de igual manera con su familia. Su hermana, también adolescente, pasa a segundo plano y debe lidiar con la aceptación, la madre y con su sobreprotección y el padre, con su poco entendimiento y sus falsas expectativas respecto a las acciones de Sam.
Sin duda es una serie de reflexión, que mezcla la comedia y drama, aunque el género que más le pertenece es el de Coming of age. Donde se revela un proceso de crecimiento que duele, de conocerse y entenderse a golpes, de apoyarse y aceptarse con sensibilidades y con la falta o dificultad de ellas, en un mundo a ratos hostil y cargado de apatía.
No solo es interesante conocer la historia de Sam, sino también, todas las que lo rodean. Su hermana y su definición o búsqueda de su sexualidad. Su madre y su necesidad de volver a sentirse como un ser individual y comenzar a vivir su vida nuevamente. Su padre y su aceptación y primeros atisbos de relación con su hijo. Su primera novia, Page, que no solo tiene su primer amor, sino que da cátedra respecto a la inclusión y que debe lidiar también con su propia adolescencia y el dolor que implica, a veces, el solo hecho de crecer.
La serie es una invitación a poner atención en los detalles, a poner una pausa en los rápidos ritmos que estamos acostumbrados a transitar con la globalización, a bajar el ruido de la cotidianidad para entender a quienes no pueden vivir entre ellos, a entablar relaciones desde la empatía más que desde el desconocimiento neurotípico.
Si aún no la viste, tiene 3 temporadas y la plataforma streaming ya confirmo la cuarta y final para principios del próximo año, la que contará con 10 capítulos.