En la antesala de la Guerra Civil española, acompañamos a Miguel de Unamuno en un desengaño con la República y con su apoyo al alzamiento militar.
La cinta nos traslada al verano de 1936. El popular escritor Miguel de Unamuno resuelve apoyar públicamente la rebelión militar que restablecer el orden en una sociedad convulsa y cada vez más inestable. El gobierno republicano toma la amarga decisión de destituirle como rector de la Universidad de Salamanca. Paralelamente, el general Francisco Franco suma sus efectivos al frente sublevado y comienza una exitosa contienda con la esperanza de hacerse con el mando único de la guerra. La dureza del conflicto y las crecientes revueltas hacen que Unamuno se replantee sus principios. Uno de los momentos más interesantes del fin llega cuando Franco traslada su cuartel a Salamanca siendo nombrado Jefe del Estado. Unamuno decidirá acudir a la residencia del caudillo para realizar una petición de clemencia.
Hay un par de premisas sobre las que se ejecutiva toda la trama principal, la primera de ellas versa sobre el desencanto de Miguel con la brutalidad mostrada por la república. Y posteriormente, el despecho que muestra con la llegada de un nuevo orden que no mejora lo que ya tenían. Dicha trama se entrelaza con las intrigas que envuelven todas las acciones del Estado Mayor para hacerse con el control de la nación. Lo más notable de la cinta acontece en el personaje de Miguel de Unamuno, interpretado de forma magistral por Karra Elejalde. Es sin duda, un personaje impredecible que alcanza picos de genialidad en cada prisma de su personaje. Es de agradecer el gran esfuerzo mostrado por el actor vasco para dar vida a uno de los personajes más complicados de nuestra historia.
En general, la cinta avanza con aciertos en todas sus tramas y resulta entretenida. A pesar de ello, hay partes de la misma que nos dejan con ciertas dudas y creemos que pueden desconcertar al espectador. Es una buena película, pero no es nuestra preferida para alzarse con la concha de oro.
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