La nueva serie alemana de Netflix genera polémica desde su sinopsis.
Breaking Bad fue un hito en la historia de la televisión mundial. La serie producida por Vince Gilligan decía en su sinopsis: “Retrata la vida del químico Walter White, un hombre brillante frustrado en dar clases para adolescentes de la escuela secundaria que es diagnosticado con un cáncer en el pulmón llevándolo a abrazar una vida de crímenes para pagar sus deudas hospitalarias y dar una buena vida a sus hijos. Walter decide producir metanfetamina con su ex alumno, Jesse Pinkman. Cómo Vender Drogas Online (Rápido), la nueva serie de Netflix, tiene una premisa similar a Breaking Bad y va a conquistar el público por su carisma y modo frenético de contar una historia insana.”
La sinopsis de la Cómo vender Drogas Online (Rápido) recuerda un poco a Breaking Bad. En este caso, el joven Moritz (Maximilian Mundt) que desea reconquistar a su ex novia, que está en una relación con el traficante de drogas de la escuela, Moritz toma una actitud audaz: vender drogas en internet. Con la ayuda de Lenny (Danilo Kamperidis), su mejor amigo, crea un mercado de estupefacientes en línea, que rápidamente tiene éxito. Aquí en la serie no vemos a un traficante oscuro y malvado, sino a alguien que hace lo que hace por un principio noble. Este es uno de los varios aciertos de la serie alemana creada por Philipp Käßbohrer y Matthias Murmann.
La historia es narrada de modo que rompe la cuarta pared, en diversos momentos el protagonista conversa directamente con el espectador, haciendo este de cómplice de sus acciones. Los actores están bien y la química entre ellos es impecable y nos vemos encantados por los traficantes, más locos y carismáticos de la televisión. La serie tiene espacio para hablar sobre varios temas: tecnología, de los problemas de la generación z, de los dramas de esa edad, de sexo y claro sobre ¡drogas! La presentación sobre el MDMA en el primer episodio es realmente sensacional.
La estética elegida para hablar sobre estos temas es única. Todo es muy minucioso y hecho con bastante atención a los mínimos detalles. Desde las páginas en línea hasta los animales que aparecen en la serie. Toda la estética y fotografía es, (insistimos) ¡muy buena! y va acompañado de un guion ágil y frenético. El segundo episodio trae una explicación sobre el funcionamiento de la “Deep Web” más allá de creativa. Las drogas en la serie tienen la función de mostrar la artificialidad de las relaciones humanas en ese siglo en el que tenemos el mundo en nuestras manos.
La serie tiene sólo 6 episodios, de 30 minutos cada uno, lo que la hace ideal para un maratón. Se debe advertir que esto puede dejar un sabor amargo al final ya que algunas cosas parecen no cerrar y tendremos que esperar hasta la segunda temporada para que sean develados. Si la serie tendrá éxito solo el tiempo y publicó lo dirán.