La película iba a ser dirigida por David Fincher y protagonizada por Brad Pitt, pero los problemas de agenda y los cambios de presupuesto hicieron que el estudio decidiera bajarle el pulgar al proyecto.
David Fincher y Brad Pitt son sinónimos de buen entretenimiento. Basta con pensar en El club de la pelea o Pecados capitales, para saber de qué estamos hablando. Los dos iban a ser parte de un nuevo trabajo en conjunto, con la secuela de Guerra mundial Z (2013), pero finalmente la cinta fue cancelada.
El rodaje iba a comenzar en junio pero Paramount decidió bajarle el pulgar a la producción por cambios en el presupuesto original. Cuando Fincher se sumó a este trabajo, la idea era invertir cerca de 190 millones de dólares. Sin embargo, a raíz de los atareados calendarios de ambos -Fincher con la segunda temporada de Mindhunter y Pitt con Once upon a time in Hollywood– retrasaron el trabajo y llevaron a que el estudio distribuyera el dinero de otra forma, hasta finalmente decidir suspender la secuela del film.
Finche había aceptado sumarse al proyecto que originalmetne iba a ser para Juan Antonio Bayona, siempre que aceptaran sumar nuevos guionistas para retocar el libreto hecho por Steven Knight (Peaky Blinders). Pero los costos siempre fueron un obstáculo para esta producción que había planificado incluso rodar en cinco países diferentes.
La película original también había tenido problemas de producción antes de estrenarse en el 2013. Esta historia basada en la novela de Max Brooks, también tuvo problemas de presupuesto y de guión. Antes de ser lanzada en los cines, el co-creador de Lost, Damon Lindelof, fue convocado para reescribir el final de la historia.