Llegó a las salas la nueva película de Guillaume Senez, una coproducción franco-belga, filmada en Japón y protagonizada por Romain Duris.
El director Belga Guillaume Senez ya había demostrado su sensibilidad para retratar historias familiares en su ópera prima Keeper, estrenada en 2015. Diez años después, Senez vuelve a retratar la intimidad de una especie de familia a través de la historia de un padre que busca a su hija, protagonizada por un impecable Romain Duris.
Se trata de Un Amor Incompleto, película que sigue la historia de Jérôme “Jay-san” Da Costa (Romain Duris) un francés que vive desde hace 13 años en Japón, donde trabajó como chef, se casó y tuvo una hija. El matrimonio terminó por motivos que no quedan claros en la ficción y él tiene prohibido ver a su hija hasta que la menor cumpla 18 años.
Este padre cincuentón no sabe nada de su hija y la busca hace años. Trabaja en un taxi para lograr coincidir con ella, vive con un mono y asiste a un grupo de padres y madres separados que son extranjeros que no les permiten ver a sus hijos japoneses hasta la mayoría de edad.

Un amor incompleto está basada en un caso real que conoció el director y decidió adaptarlo con gran sensibilidad para la gran pantalla. Ésto y la gran actuación de Romain Duris, que sorprende con su dominación del idioma japonés y con su actuación que transmite ternura y deseperación con igual profundidad, permitirá al espectador involucrarse e identificarse con este padre y visibilizar la ley actual de Japón que podría ser modificada en el 2026.






































