Este viernes 29 de septiembre arribó a Netflix la tremenda historia de “Número desconocido: Un escándalo de ciberacoso escolar”.
El bullying se ha visibilizado en los últimos años con más ímpetu que antes. Así como el tiempo ha cambiado, las conductas ante ciertas situaciones también. Es por eso que Netflix, incluyó en su catálogo: Número desconocido: Un escándalo de ciberacoso escolar. Bajo la dirección de Skye Borgman, este documental relata una impactante historia real.
“Una adolescente y su novio no paran de recibir mensajes vulgares e insultantes en el móvil. ¿Quién los envía? ¿Por qué? Este documental lleno de giros revela la impactante respuesta”, indica la trama de esta producción que tiene 1 hora y 34 minutos de duración que tuvo hasta la intervención del FBI.
El caso
Todo comenzó con un inquietante mensaje de texto anónimo enviado a una pareja de adolescentes. Lo que parecía una simple broma pronto se convirtió en una pesadilla: los jóvenes comenzaron a recibir ataques constantes y burlas crueles a través de sus celulares y redes sociales. Cuando finalmente se reveló la identidad de quien los había hostigado durante meses, el descubrimiento dejó atónitos a todos.
A principios de 2021, Ashley y Owen, estudiantes de secundaria en Beal City, Michigan, se transformaron en el blanco perfecto de un acosador. Todo inició cuando recibieron mensajes desde un número desconocido, que rápidamente se intensificaron en tono, volviéndose cada vez más intimidantes y obscenos.
El autor de estas amenazas estaba obsesionado, especialmente con Ashley. A diario enviaba decenas de mensajes y publicaba contenido en redes sociales, asegurando tener la misma edad que ellos. Ashley, una joven reservada y delgada, era el blanco principal: las burlas apuntaban a su aspecto físico, su desempeño deportivo y su relación con Owen. Para humillarla aún más, comenzaron a manipular imágenes suyas y difundirlas en la escuela. Sus súplicas para que cesara el acoso solo generaban amenazas más graves.
El caso pasó por las madres del colegio y llegó hasta el FBI
El acoso se prolongó durante meses, por lo que las madres de ambos adolescentes decidieron involucrarse activamente. Tras alertar al director de la escuela y contactar a las autoridades locales, se emprendió una investigación. Sin embargo, el acosador había sido extremadamente cuidadoso y no dejó rastros evidentes. Las sospechas iniciales recayeron en Khloe Wilson, una compañera de clase, pero no se hallaron pruebas en su contra.
Ante la falta de avances, el FBI tomó el caso. Fue entonces cuando lograron identificar al responsable, alguien mucho más cercano a los adolescentes de lo que cualquiera hubiera imaginado. Cuando su nombre salió a la luz, la comunidad entera quedó conmocionada.

ALERTA SPOILERS ¿Quién estaba detrás de todo?
La identidad del acosador, o mejor dicho de la acosadora, resultó ser Kendra Licari, la madre de Ashley. Increíblemente, la persona que debía protegerla fue quien más dolor, angustia y daño le causó. Para acosar a su propia hija y a su pareja, Kendra creó una identidad falsa y utilizó una red privada virtual (VPN) para ocultar su ubicación.
La investigación reunió 349 páginas de pruebas, entre ellas los mensajes enviados por Licari a los adolescentes. Aunque el contenido no fue revelado, la fiscalía los describió como “perturbadores” y “detestables”. Durante el juicio, el juez Mark Duthie declaró en abril de 2023: “No puedo imaginar a ningún padre diciéndole cosas tan horribles a su propia hija”.
El motivo detrás de este comportamiento sigue sin esclarecerse. Según el fiscal David Barberi, Licari buscaba que su hija dependiera emocionalmente de ella: “Alguien acuñó el término, y lo llamaron una variante del síndrome de Munchausen cibernético. Es el tipo de conducta que hace que alguien se sienta mal o te necesite en su vida debido a este comportamiento”.
En diciembre de 2022, Kendra Licari fue acusada de dos cargos de acecho a un menor. En abril de 2023 fue declarada culpable de acoso cibernético y pasó 19 meses en prisión. Además, perdió la custodia de Ashley, quien fue a vivir con su padre.



