Pocos saben que Alan Tudyk interpretó al robot Sonny en Yo, Robot . Ese prototipo NS5 fue diseñado para experimentar emociones y parecerse más a los humanos que lo crearon; Tudyk no solo le dio voz, sino que realizó la captura de movimiento completa, aportando una expresividad particular que conjuga rigidez mecánica y humanidad palpable.
En una reciente entrevista, el actor contó una anécdota sorprendente sobre por qué su contribución pasó prácticamente desapercibida en la promoción de la película. Según relató, durante las pruebas de audiencia su personaje obtuvo una puntuación muy alta:
“Mucha gente no sabía que yo interpreté a Sonny, y hay una razón. Durante las pruebas de audiencia, calificaban a los personajes y me dijeron: ‘Alan, tu puntuación superó a la de Will Smith’. Y luego… me borraron. No hubo promoción, ni menciones, nada. Les dije: ‘¡Esperen, nadie sabrá que fui yo!’ Y simplemente respondieron: ‘Mmm’.”




A pesar de haber sido clave para dar vida a uno de los personajes más memorables del filme, el nombre de Tudyk quedó fuera de la campaña publicitaria, dejando su aporte en la sombra. Su caso subraya cómo en producciones con grandes estrellas y estrategias comerciales definidas, la labor de los intérpretes detrás de escenas —especialmente en personajes digitales o con captura de movimiento— puede pasar inadvertida para el público general.
La confesión de Tudyk reabre la conversación sobre el reconocimiento a los actores que trabajan en roles híbridos (voz + motion capture) y sobre la importancia de las decisiones promocionales en la memoria colectiva de una película. Para los fanáticos de Yo, Robot, es también un recordatorio de que muchos de los matices que recordamos en un personaje pueden deberse a interpretaciones que no siempre recibieron el crédito público que merecían.