La actriz Sydney Sweeney, protagonizó un anuncio de jeans que despertó acusaciones de supremacismo, elogios de Trump y críticas de fans.
Todo comenzó con un juego de palabras. American Eagle lanzó a mediados de julio su nueva campaña publicitaria protagonizada por Sydney Sweeney, titulada “Sydney Sweeney has great jeans”. El comercial —breve y de tono casual— incluía frases como “Genes are passed down from parents… My jeans are blue”, jugando con la ambigüedad entre genes (herencia genética) y jeans (vaqueros). Aunque en apariencia inofensivo, el anuncio despertó rápidamente un revuelo en redes sociales por su mensaje considerado problemático.
La polémica escaló cuando usuarios en X (Twitter) y TikTok comenzaron a señalar que el comercial podía interpretarse como una exaltación de ideales estéticos asociados históricamente a la supremacía blanca: Sweeney es blanca, rubia y de ojos claros. El uso del término “genes” en ese contexto disparó asociaciones con eugenesia y con un concepto de “belleza americana” limitado y excluyente. Las críticas aumentaron cuando se reveló que la actriz está registrada como votante republicana en Florida desde 2024.
Hasta el presidente de Estados Unidos no le esquivó a la discusión
La controversia se potenció aún más cuando Donald Trump se sumó a la conversación. Desde su red Truth Social, el expresidente celebró la campaña y la inclinación política de la actriz: “Sydney Sweeney, una republicana registrada, tiene el anuncio MÁS SEXY del momento. Vamos, Sydney. ¡Hacelo por EE.UU.!”. Esto provocó una ola de respuestas y memes, pero también una inesperada derivación: Taylor Swift, usualmente opuesta a Trump, fue atacada indirectamente por el exmandatario, quien la acusó de “querer destruir la cultura americana” por sus posturas liberales.

Mientras tanto, American Eagle defendió la campaña asegurando que la intención nunca fue otra que resaltar la calidad de sus jeans y que “los buenos jeans le quedan bien a todos”. Sin embargo, frente al aluvión de críticas —y pese al crecimiento de sus acciones en la bolsa tras la campaña, con un alza de entre 10% y 18%— la empresa terminó retirando parte del contenido de sus plataformas. La estrategia había resultado efectiva en visibilidad, pero a un costo alto en imagen y reputación.
Por su parte, Sydney Sweeney no emitió declaraciones públicas al respecto. El silencio alimentó el debate sobre su postura política y su responsabilidad en el mensaje del anuncio. Mientras tanto, medios como The Guardian, Vox y The 19th publicaron análisis en profundidad sobre cómo el marketing actual todavía recurre a símbolos cargados de historia racial y política. Lo que parecía una simple campaña de moda terminó convertida en un reflejo del clima polarizado que atraviesa hoy la cultura estadounidense.