Zendaya y Nicole Kidman reflexionan sobre el arte de actuar, los riesgos creativos y la conexión emocional detrás de cada proyecto.
Nicole Kidman y Zendaya compartieron una conversación íntima y reflexiva sobre su oficio como actrices en Actors on Actors. Exploraron temas como la conexión con los equipos de trabajo, el impacto emocional de sus roles y el equilibrio entre la vida personal y profesional. Kidman, actriz australiana reconocida por películas como Moulin Rouge! y series como Big Little Lies, habló sobre cómo trabajar con el mismo equipo de producción puede crear una conexión casi telepática: “Si trabajas con el mismo equipo una y otra vez, es casi como si comenzara a haber telepatía entre todos”. Por su parte, Zendaya, actriz estadounidense famosa por su papel en Euphoria y películas como Challengers, destacó la importancia de sentirse protegida en proyectos íntimos: “Es una experiencia muy íntima y tienes que sentirte muy segura”.
Ambas actrices reflexionaron sobre cómo eligen sus proyectos. La estadounidense explicó que su criterio varía según el caso, a veces es la historia y otras veces el director, recordando que aceptó Challengers después de una primera llamada con Luca Guadagnino: “Pensé: ‘¡Tal vez no quiera trabajar conmigo!’”. En tanto, la nacionalizada australiana destacó su enfoque experimental hacia el trabajo: “Quiero aprender, descubrir, crecer y cambiar. Quiero que me lleven a un lugar diferente”.
¿Qué significa actuar para ellas?
El proceso creativo y su impacto emocional también ocuparon gran parte de la charla. Zendaya compartió cómo actuar le permite sentirse espontánea y libre, afirmando: “Es otra persona que estamos creando”. Sin embargo, también admitió ser muy autocrítica y cómo a veces los roles pueden dejar cicatrices, tanto físicas como emocionales. Nicole, en una línea similar, habló sobre cómo ciertas escenas en proyectos como Big Little Lies y Babygirl afectaron su cuerpo y psique: “Todavía estoy aprendiendo a no sacrificar mi cuerpo por el arte”. Ambas coincidieron en que es necesario un proceso de sanación para superar esas experiencias intensas.
En un tono más ligero, la joven actriz admitió su nerviosismo ante la posibilidad de actuar en teatro, mientras que Kidman la animó, destacando la energía que se genera con el público en vivo. Además, intercambiaron anécdotas de sus carreras. Zendaya recordó cómo hacía referencias constantes a Moulin Rouge! mientras trabajaba en The Greatest Showman, y Kidman reflexionó sobre su experiencia inicial en el musical de Baz Luhrmann: “Nunca pensé que podría hacer una gran historia de amor musical. Poco a poco, me fue dando forma”.
¿Cómo se deja atrás al personaje?
El equilibrio entre la vida profesional y personal fue otro tema clave. Zendaya aseguró que hace todo lo posible por dejar a los personajes en el set: “Hago todo lo posible por dejarlos en el trabajo e ir a casa y ser una persona”. Kidman, madre de dos hijos, destacó cómo su familia le ayuda a mantener esa balanza: “Es casi mejor porque no puedes darte ningún capricho”.
La conversación culminó con un intercambio lleno de admiración mutua y humor. La prometedora actriz expresó su deseo de trabajar algún día con Kidman, a lo que esta respondió con entusiasmo, animándola a no tener miedo de explorar nuevas facetas en su carrera: “Manténgase agradecida. Manténgase abierta y entusiasmada con las oportunidades”. Una charla íntima y honesta que revela la pasión de ambas actrices por su oficio y su deseo de seguir evolucionando, siempre explorando nuevos territorios creativos.