El final de Toy Story 3 podría haber sido muy diferente al que se presentó en la producción. Un guionista reconoció como lo habían pensado.
En 1995 comenzó una de las mejores sagas de la historia del cine. Pixar nos introdujo al mundo de Toy Story, en donde un grupo de juguetes habitaban en perfecta armonía el interior de la casa de Andy, un niño que adoraba pasar horas divirtiéndose en su cuarto, disfrutando de la compañía de sus amados muñecos.
Woody (Tom Hanks) es un sheriff encargado de establecer el orden y la organización del resto del grupo. Es el juguete preferido de Andy, aquel que cuenta con el beneplácito de ser su héroe y dormir en su propia cama. Pero este equilibrio eclosiona con la llegada de la modernidad encarnada en una figura de acción: Buzz Lightyear (Tim Allen), un astronauta que tiene luces, alas y toda una serie de artefactos novedosos que dejan significativamente atrás las características “precarias” de un simple muñeco de trapo.
“Adiós, vaquero”, es la inolvidable frase que esboza Woody al final de Toy Story 3, cuando Andy se despide de todos sus juguetes. El triste final, parecía cerrar la historia, pero luego salió la cuarta, y está en camino la quinta producción. Uno de los guionistas se refirió a como modificaron el final de la tercera película.
Michael Arndt, uno de los guionistas de la cinta, reveló que en un principio el final iba a ser muy distinto. Iba a ser mucho menos dramático, y por ende, no le hubiera dado el cierre que todo el mundo tanto disfrutó. “El tercer acto inicial en el primer borrador era que los juguetes lograban escapar de Sunnyside, para luego darse cuenta que la partida de Andy para la universidad sería en 10 minutos, y no tienen tiempo de llegar a la casa de él”.
Sin dudas, este desenlace no hubiese impactado tanto, por lo que el cambio de libreto estuvo bien.