Desde Cinéfilos te traemos un listado de veinte miniseries que dan prestigio a dicho formato debido a su calidad.
Hace años, la oferta seriéfila era mucho más escasa y estaba principalmente concentrada en la televisión en abierto. Hoy en día, ante el acaparamiento de las plataformas digitales, la avalancha de estrenos y sobreinformación que recibimos como público objetivo es desmesurada. El concepto de las series y su impacto en la sociedad ha cambiado, y mucho. El porcentaje de cuota de conversación que le ha comido en las cenas familiares a temas tan estelares como la política o el fútbol es un indicador digno de recalcar. Dentro de esta ecuación del cambio, hay que incluir un factor esencial: la inmediatez del ser humano. Las series con más de diez capítulos son un animal en peligro de extinción y las miniseries, ante un público ligeramente saturado, son la opción favorita de muchos. No es que sean mejores o peores, simplemente tienen un final. Te aseguran que no va a haber una prolongación innecesaria. Parte de los espectadores son cada vez más impacientes y ansían adentrarse en una aventura de la que saben que van a conocer su desenlace.
Cotillear, clasificar y estereotipar es el placer culpable favorito de todo integrante del planeta Tierra. Hagámoslo con la audiencia de las series. Está el adicto que no tiene filtros y se traga desde ‘La reina del flow’ a ‘Breaking Bad, luego, aquel que ve en el número de capítulos y temporadas una condición determinante a la hora de elegir qué ver, y, por último, el espectador que mira con cierta indiferencia al mundo de las series porque “prefiere ver una película” o simplemente, el séptimo arte no le interesa (sí, existen y estos no están en peligro de extinción). Las miniseries abarcan a los dos primeros tipos y son el único formato que pueden incluso tentar al tercero (cuando el producto se apodera de las conversaciones del día a día, como pasó con ‘El juego del Calamar’). Las miniseries tientan a casi todo el mundo. Son la patata frita del sector audiovisual.
Por ello, traigo una elección personal de veinte miniseries. Absténganse esnobs que busquen su próximo objetivo no mainstream para presumir y sentirse superiores al resto. La ausencia del típico término de “las 20 mejores” en el titular es intencionado. Ese clickbait me parece triste y burdo. Hay muchas ficciones que no he visto (y por lo tanto no he podido incluir), otras que me habré olvidado (y me tiraré de los pelos tras publicarlo), pero puedo asegurar que las que están cumplen la función principal de esta lista: recomendar miniseries maravillosas de diferentes temáticas y estilos. Es una lista, no una clasificación.
EL TIEMPO QUE TE DOY (Netflix 10 capítulos de 11 minutos cada uno)
Primera elección y primer guiño a mi país. No será el único. ‘El tiempo que te doy’ quizás sí que satisfaga a ese personaje esnob que lea el artículo. No apta para aquellos que estén saliendo de una ruptura dolorosa. Su acertado e innovador formato para presentar la historia romántica son motivo suficiente para hacerla merecedora de formar parte de este listado, pero es que, además, es preciosa gracias a su sutileza, naturalidad y a la deliciosa química transmitida por sus dos protagonistas. Lina (Nadia de Santiago) trata de superar y olvidar su última relación. El primer capítulo muestra un minuto de presente y diez de pasado. 60 segundos de cruda realidad y 600 de sueños rotos. Cada episodio, el presente le come un minuto al pasado, para así acompañar a Lina en este duro proceso. Preciosa.
BAND OF BROTHERS (HBO Max. 10 capítulos de 60 minutos de media)
La veterana del listado (2001). Producto con un pack muy completo que gustará tanto a aquellos que, gracias a Dios, buscan abrazar todo tipo de cine y también a los que consideran que “ya no se hacen películas como antes”. Esto tiene mucho mérito. La diferencia está en que unos han evolucionado y otros consideran que la vida ha dejado de tener sentido, cuando ese “sentido” al que se agarran es el resultado de haberse quedado estancados en unos códigos de su época, los cuáles, para las generaciones anteriores a ellos, también serían incoherentes. Renovarse o morir (viva el refranero español). ‘Band of brothers’ es mítica y merece serlo por la calidad que desprende tanto técnica como narrativamente. La mezcla entre ficción y documental es sublime y la inmersión bélica es total. No se queda en lo superficie del producto, sino que lo exprime al máximo generando historias y personajes fascinantes. Apabullante dirección y efectos especiales para la época. Una brutalidad.
MARE OF EASTTOWN (HBO Max. 7 capítulos de 55 minutos de media)
Aquí me enamoré (de nuevo) de Kate Winslet. Ella es la serie al completo, o gran parte de ella. “Otra” historia más de detective (con la novedad del género de la protagonista) que resuelve un caso en un pequeño pueblo. Podría utilizar varios “otra” en la descripción, y, aun así, Mare Of Easttown es única. Fascinante al funcionar a la perfección tanto en el drama como en la comedia, donde tiene momentos de lucidez total. No necesita continuos giros de guion para sorprender porque el diamante en sí es su historia. De lo mejor de los últimos años en cuanto a thrillers dramáticos policiacos. Sello HBO, no digo más.
IT’S A SIN (HBO Max. 5 capítulos de 45 minutos de media)
En la variedad está el gusto (de nuevo el refranero). Llega el turno de una serie con adolescentes. Fuera prejuicios o clichés. Repitan conmigo: una serie con adolescentes no tiene por qué ser sólo para adolescentes con las hormonas desatadas.
Basada en hechos reales y ambientada en el Londres de los años 80, Cuenta las vivencias de un grupo de amigos homosexuales durante la “crisis” del sida. ‘It’s a sin’ es uno de esos magníficos regalos que nos obsequia el audiovisual británico cada año. Pequeños intérpretes que potencian un espléndido retrato de una época no tan lejana. Conmevodora y dolorosa, pero necesaria para exponer cómo se vio afectado el colectivo LGTB por la enfermedad, pero sobre todo por la sociedad. Una sociedad ignorante que arrebató la vida a una generación. Tremenda la simbiosis entre lo alegre y colorido con lo emotivo y oscuro. Muy buena. Los british tienen una visión muy personal a la hora de contar historias de adolescentes. HBO Max de nuevo (creo que se empieza a notar mi plataforma favorita).
THE BEAR (Disney +. 8 capítulos de 30 minutos de media)
¿Quién me iba a decir que sufriría tanto por un negocio de sándwiches? El ritmo endiablado con el que transcurre todo en ‘The Bear’ es abrumador. Parece estar reproducido al x2 de los audios de Whatsapp. La perfección que busca el chef de alta cocina en su regreso al bar familiar ha sido la que han logrado con esta miniserie. Un producto con unos ingredientes exquisitos, un reparto de dulce y un guion que es una explosión de sabores. ¡Lo tiene todo! Sin haber formado parte de una cocina profesional, me atrevo a afirmar que los que sí que lo han hecho verán en ‘The Bear’ una magnífica representación con, por supuesto, un extra de dosis cinéfila.
ASÍ NOS VEN (Netflix. 4 capítulos de 75 minutos de media)
De lo mejor que he visto en Netflix. Cuatro capítulos largos, a modo de película, para exponer la lacra que supone el sistema policial y judicial en Estados Unidos debido al racismo. De nuevo, una serie basada en hechos reales y, al igual que ‘It’s a sin’, consigue evitar el mayor problema de este tipo de productos: edulcorar y otorgar una heroicidad positiva a un relato que no lo es. Realista, cruda y extremadamente dura, me provocó una enorme pena e impotencia al verla. Reproduce los hechos a la perfección y consigue generar ese impacto en el espectador que muchas, en teoría, ficciones sociales dejan de lado por dar prioridad al entretenimiento. ‘Así nos ven’ es extraordinaria y necesaria.
CHERNOBYL (HBO Max. 5 capítulos de 60 minutos de media)
Para muchos la mejor miniserie de la historia. No para mí. Ojo, que es fabulosa (de ahí que la incluya en este listado). Salió en un momento que las miniseries no estaban tan a la orden del día. De hecho, me atrevo a decir que marcó una tendencia para posteriores ficciones de streaming. ‘Chernobyl’ es, de nuevo, sello HBO total. Técnicamente inmejorable y con un guion inmaculado muestra de forma lóbrega las dimensiones del desastre. Impacta al conseguir que el espectador lo viva en primera persona y, además, vista desde la perspectiva actual, compruebe que la sociedad sigue sin corregir sus errores. Citando de nuevo el refranero, el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Inmersión total con una tensión y veracidad en ocasiones escalofriante. Impresionante.
TRUE DETECTIVE T1 (HBO Max. 8 capítulos de 60 minutos de media)
‘True Detective’ sí que puede decir que fue pionera y que muchos productos se han inspirado en ella (‘The Sinner’ por ejemplo). Cada temporada es un caso independiente, tanto en historia como en protagonistas. Escojo para este listado la primera temporada, no porque las posteriores no lo merezcan, sino porque ésta roza la perfección. Su narrativa visual alternando el presente de los detectives que llevaron el caso siendo interrogados con el avance progresivo del pasado es espectacular. Woody Harrelson y Matthew McConaughey como pareja protagonista hipnotizan en cada plano consiguiendo que junto a la misteriosa trama, el espectador sienta una enorme curiosidad por el estudio de personalidad de los dos personajes que lleva a cabo la serie con el paso de los capítulos. Quizás para algunos tarde en arrancar debido a la importancia que le otorga el director a la ambientación, pero si aguantan esa primera tentación de abandono, no les defraudará. Todavía no ha habido nada igual en el género.
CORTAR POR LA LÍNEA DE PUNTOS (Netflix. 6 capítulos de 20 minutos cada uno)
Doble medalla para ‘Cortar por la línea de puntos’. Única representante italiana y de animación de todo el listado. Al igual que con las series adolescentes, por favor, fuera prejuicios. Los productos de animación pueden ser para todo tipo de público adulto y lo original y bueno no solo pertenece a Disney/Pixar (de hecho, esto está cambiando). Original en un sector en el que cada vez es más difícil serlo. Divertida e inquietante a partes iguales. Una locura maravillosa. Su ritmo acelerado y la combinación de humor negro y estúpido es soberbia. Cuidado, que detrás de un producto aparentemente macarra y alocado, hay un análisis inteligente de la sociedad actual. Un estilo de animación con personalidad que va en relación al conjunto de la serie. De esas cosas guays que salen cuando Netflix decide no entrometerse en la producción original de ciertos países y olvidarse de los números.
ANTIDISTURBIOS (Movistar +. 6 capítulos de 50 minutos de media)
Como ya spoileé en la primera elección del listado, los colores me pudieron y ‘El tiempo que te doy’ no iba a ser la única representante española. De hecho, ahora viene la Santísima Trinidad. Esas tres miniseries que me marcaron e impactaron a partes iguales. Sin duda, en términos cualitativos, las tres mejores producciones españolas de la última década. ‘Antidisturbios’ es una joya. Ese ritmo frenético logrado gracias a un montaje caótico (pero intencionado), el uso de cámara en mano del mejor Sorogoyen (estilo ‘El reino’) y un guion al nivel del que nos tienen acostumbrados él e Isabel Peña nos llevan a una miniserie que no tiene nada que envidiar a ningún proyecto internacional, si no todo lo contrario. Si a todo esto le sumas el maravilloso reparto coral (descubrimiento de Vicky Luengo), la continua adrenalina y la tensión a base de secuencias duras, bruscas y reales, obtienes el diamante en bruto que es ‘Antidisturbios’. Todo ello para, además, contar una historia pocas veces contada desde esta perspectiva. Cautivadora y deslumbrante.
PATRIA (HBO Max. 8 capítulos de 55 minutos de media)
‘Patria’ me conmovió como pocas ficciones en mi vida. No puedo confirmar si estamos ante una buena adaptación al no haberme leído el libro, pero sí que puedo afirmar la notable serie que es. Me arrasó al ver una representación tan real, dura y emotiva de algo ligeramente “lejano” para una generación como la mía. La dualidad de la narración a través de las dos familias con ambos puntos de vista (terrorista y victima) genera un relato cruel, terrorífico, pero fiel a la realidad. Primera ficción española para la plataforma y, de nuevo, aun así, hay sello HBO. Ante un tema tan “utilizado” (incluso a veces de manera morbosa y sonrojante, ‘Patria’ formula un puzzle perfecto donde toca todas las aristas posibles como y cuando debe. No hay intención de generar una opinión concreta, sino de transmitir, visibilizar y “homenajear” (si se puede usar este término) lo que ocurrió y mucha gente vivió en ese momento, ya que, desde fuera, por mucho que veamos, nunca podremos llegar a entender lo que sintieron.
VENENO (Atresplayer Premium. 8 capítulos de 50 minutos de media)
Inspirada en las memorias oficiales de Cristina Ortiz, “la Veneno”, Los Javis vuelven a demostrar la talentosa sinergia que conforman. Si en ‘Paquita Salas’ y ‘La Llamada’ ya se atisbaba su don en hacer un cocktail satisfactorio con la comedia y el drama sin que les saliese un molotov, en ‘Veneno’ van más allá y obtienen el título más alto de barman al incorporar nuevos ingredientes y lograr su mezcla más completa. Desde el absoluto respeto, con gran delicadeza y protagonizada por quien deber ser, visibilizan a un colectivo eternamente maltratado. Hipnotizante por momentos debido a la estética y estructura temporal tan personal que ofrece, ‘Veneno’ es una continua sucesión de aciertos en todos los aspectos con secuencias que quedan en la retina del espectador. Poderosa y emotiva como pocas.
NORMAL PEOPLE (Starzplay y Lionsgate +. 12 capítulos de 25 minutos de media)
Volvemos a la temática adolescente. Contextualizada en la época estudiantil de los dos protagonistas (instituto y universidad), dista enormemente de lo que ofrece un ‘Élite’ o ‘FoQ’ (maravillosas para la función que cumplen). De las pocas veces que el título de la serie coincide con su mayor virtud. ‘Normal People’ consigue contar todo de una manera tan natural y “normal” que sorprende incluso que sea interesante. Sin embargo, ahí radica su interés. Genera adicción por narrar algo que todos hemos vivido sin las capas de superficialidad que estos formatos suelen ofrecer. Única en ese aspecto. Bonita, tierna y dura como la vida misma. Magnífica. La química entre el personaje de Paul Mescal y el de Daisy Edgar-Jones es asombrosa. Minipunto, también, para ‘Normal People’ por descubrirnos al señor Mescal, uno de los futuros reyes de Hollywood.
I MAY DESTROY YOU (HBO Max. 12 capítulos de 30 minutos de media)
Si hubiese decidido llevar a cabo la difícil tarea de realizar una clasificación y no un listado, tengo claro que ‘I may destroy you’ estaría arriba. Lo que sentí viéndola es indescriptible. Incomodidad, malestar e intensidad son algunas de las sensaciones que se apoderaron de mí durante su visionado. Deja poso y reflexión en el espectador. Analizándola a posteriori, llegué a la conclusión de que había generado algo tan fuerte en mí porque no buscaba ser condescendiente ni trataba de dar lecciones. El producto en si es la lección. Arrebatadora e impactante.
SWARM (Amazon Prime. 7 capítulos de 30 minutos de media)
Bendito descubrimiento ‘Swarm’. Tras el éxito de ‘Atlanta’, Donald Glover se consolida al ofrecer otro proyecto firme y con personalidad. De nuevo con la temática musical de por medio, la miniserie de Amazon Prime es una delicia que juega con el género del slasher a partir de un tema tan poco manido como es el fanatismo. ¿Hasta dónde puede llegar la defensa del algunos por una persona que ni siquiera conocen, pero idolatran? Dominique Fishback está en casi todos los planos de la serie y aún así, quiero más. La forma en la que ‘Swarm’ juega mezclando realidad con ficción e introduciendo continuos easter eggs magistrales me ganó desde el primer minuto. ¿Y ese sexto capítulo? Una maravilla. En conjunto, una obra singular, peculiar en todas sus facetas que es puro entretenimiento. Con una estética entre ‘Euphoria’ y ‘Midsommar’ atraerá al esnob de turno.
BIG LITTLE LIES 1ºT (HBO Max. 7 capítulos de 50 minutos de media)
‘Big Little Lies’ es mi debilidad. Hay productos con los que conectas en su momento y es muy difícil de explicar el por qué. Tenía que estar sí o sí. La primera serie que me marcó y adentró en este universo. De las primeras que crearon la tendencia de traer grandes estrellas de Hollywood a protagonizar una serie. El reparto está espectacular y es el mejor de la historia (no admito debate), la trama es simplemente maravillosa, y qué me decís de esa banda sonora que parece intrínseca a la narración. Lo tiene todo. Un drama sobresaliente donde cada subtrama es igual de interesante que la principal. Aquí empezó mi historia de amor con HBO. Viva ‘Big Little Lies’.
EL COLAPSO (Disney +. 8 capítulos de 20 minutos de media)
He de admitir que últimamente he cogido cierta manía a los planos secuencia debido a la devoción que suscitan independientemente de su calidad y, sobre todo, de si aportan algo a la historia. Parece que el peak de un director es incluir un plano secuencia en su obra y así demostrar su virtuosismo. ‘El colapso’ no es que incluya un plano secuencia en sus capítulos si no que, atención, lo son en su totalidad. ¡Esto sí que es virtuosismo! Vio la luz el año previo a la pandemia y, como si de un viajero en el tiempo se tratara, asusta con ciertas predicciones (el primer capítulo se llama “El supermercado”). Técnicamente es una locura, consiguiendo transmitir de forma caótica la sensación de un “apocalipsis”. Interesante verla desde el prisma actual para entender algunos comportamientos egoístas de la sociedad. Original y realista.
THE REHEARSALS (HBO Max. 6 capítulos de 30 minutos de media)
Qué decir de ‘The Rehearsals’. La obsesión que sufrí por este indescriptible producto es alucinante. ¿Es real´? ¿Es ficción? ¿Qué es esto? El primer capítulo ya te deja boquiabierto al no creer lo que estás viendo, pero es que según avanza la ¿serie? (¿Cómo puedo llamar a esto?) más ojiplático te quedas. Lo mejor es no saber nada. Imposible de definir. Un producto único y no apto para todos los públicos. En la variedad está el gusto (olé ese refranero).
THE END OF THE F***ING WORLD (Netflix. 8 capítulos de 20 minutos de media)
Qué interesante fue ver ‘The end of the f***ing world’ en 2017. Era la luz en el oscuro catálogo de Netflix. No sabíamos que lo peor estaba por venir. La gran N roja se decantó por la abundancia de otro tipo de formatos y tenemos que conformarnos con encontrar algo que se salga de la norma de vez en cuando. La serie británica tenía esa visión tan personal ya mencionada del país anglosajón y era extrañamente adictiva. Rara y conmovedora a partes iguales, el espectador es quien tiene que adaptarse a la propuesta y no al revés. La construcción de sus personajes es de lo más interesante que ha hecho Netflix y la serie tiene un halo especial y misterioso que la hace tremendamente suculenta. No deja indiferente. Quizás no se salga tanto de la norma como ella cree, pero si que es lo buena que se considera.
HEARTSTOPPER (Netflix. 8 capítulos de 30 minutos de media)
Cerramos el artículo con la tierna ‘Heartstopper’. Qué bonita es y qué importante su existencia. De nuevo los del fish and chips demuestran saber darle otra perspectiva a las series juveniles (no hay dos sin tres). ‘Heartstopper’ sí que transpira pubertad a raudales. Por fin un producto adolescente donde las piezas encajan. Los intérpretes cuadran como estudiantes de instituto, no hay tramas metidas con calzador y no tratan de abanderar todo lo habido y por haber. La virtud de la miniserie británica es ver, por fin, una historia de temática homosexual en la que el foco no es el sufrimiento de los personajes. Una narración luminosa y natural como cualquier otra. Me encanta como desestructura el sota, caballo, rey al que nos tienen acostumbrado estas ficciones. Continuamente la historia parece virar hacia un lado conocido (por lo general, siempre negativo: homofobia, bullying, personajes posesivos, celos…) y finalmente se dirige hacia otro, la clave de su éxito: cuidar tanto a los personajes como a la historia. ¿Tanto costaba?