En la noche de la premiación de los premios de la Academia pudimos hablar con la directora de Women Talking, Sarah Polley.
Women Talking comienza con ocho mujeres, el ático de un granero, abusos que marcaron sus historias de vida y un sueño de libertad colectiva. En eso se centra el guion que recientemente fue premiado por la academia de cine.
Durante años las mujeres de una comunidad religiosa extrema menonita de Bolivia despertaron confundidas, ensangrentadas y con sus cuerpos brutalmente marcados con la creencia que habían sido castigadas por Dios o incluso siendo juzgadas por los hombres de la comunidad diciendo que era producto de su imaginación. Pero la realidad distaba mucho de eso, los hombres las drogaban para que no tuvieran memoria de lo ocurrido y entre los años 2005 y 2009, las mujeres de esa comunidad fueron abusadas constante e indistintamente de su edad.
Miriam Toews, la autora del libro en que se basa la película, toma parte de su propia experiencia, ya que fue criada en esta comunidad. Mediante esta nueva historia propone una alternativa a su pasado mediante la práctica de crear un nuevo mundo enmarcado en la más profunda resiliencia femenina. Y Sarah Polley logra, magníficamente, retratar el libro en su esencia absoluta.
Francisca Romero, de Cinéfilos, estuvo en la sala de prensa y esto fue lo que le dijo la directora.
Cinéfilos: Felicitaciones, Sarah. Me gustaría saber, en la película incluso en las peores condiciones el poder del diálogo y la colectividad es muy importante para crear un ambiente seguro, tal como lo hicieron ellas en la película. ¿Cuán catártico fue para ti y para ustedes ese diálogo para crear una actuación más auténtica?
Sarah: Fue una experiencia hermosa, por la gente que estaba en esa sala con nosotras. Y pienso que ahora vivimos en un mundo donde estamos creando historias y después moviendo nuestras narrativas entre todos y alentándonos, y , tu sabes, las conversaciones se han vuelto, como, un deporte opuesto al intercambio genuino y el escucharse, y el acto de cambiar la perspectiva de alguien o estar abierto a que alguien cambie la tuya o la de otro es importante. Entonces, para todos nosotros estar en un ambiente donde ese es el principio de organización, en una forma como pasó en la historia. Eso fue contagioso, y realmente impactó en cómo trabajamos, y fue hermoso y transformativo para todos nosotros.