El conocido director Guy Ritchie vuelve a la pantalla grande con la comedia de acción “Agente Fortune: El Gran Engaño” y lo hace acompañado de un elenco que exuda acción y comedia.
El film centra la atención en la misión del superespía Orson Fortune (Jason Statham), quien debe rastrear y detener la venta de una mortífera tecnología que maneja el multimillonario corredor de armas Greg Simmonds (Hugh Grant). Para lograrlo, forma equipo con algunos de los mejores operativos del mundo (Aubrey Plaza, Cary Elwes y Bugzy Maloney) y recluta a la mayor estrella de cine de Hollywood, Danny Francesco (Josh Hartnett) para que lo ayuden en una misión encubierta para salvar al mundo.
Así, Fortune (Statham,) comienza a definir cada uno de los roles de quienes irán junto a él para lograr su objetivo y comienza la estrategia no solo para obtener la mercancía, sino también, para defenderse y derrotar a un equipo contrario que quiere la tecnología, pero para otros propósitos.
Aubrey Plaza, luego de su exitoso paso por “The White Lotus” muestra su consolidación en la industria con un protagónico al estilo Femme Fatale de Misión Imposible o James Bond. La comedia es parte central del relato y del ritmo del film, Hugh Grant posee un manejo ya integrado, al igual que Aubrey Plaza, pero quien más sobresale es la vuelta de ese Josh Harnett noventero que era siempre personaje principal. A su vez, el protagonista Jason Statham, hace funcionar la película como siempre ha demostrado hacerlo a quien gusta del género, rodeado de acción, poco dialogo, pero con punch- lines que sacan carcajadas y secuencias que explotan en acrobacias, peleas coreografiadas y mucha, pero mucha acción.
El director, conocido por sus bandas sonoras y películas que funcionan perfectamente como un video clip extendido, esta vez transporta a la audiencia a distintas locaciones del mundo, pasando por la esplendorosa Turquía y las magnéticas playas de la Riviera Francesa cuando se activa el plan de acción para el rescate de esta tecnología, lo que es un deleite para cualquiera que la asista.
De ritmo rápido, entretenida y de mucha acción y comedia, Ritchie vuelve con la receta que tan bien sabe hacer.
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