Cinéfilos y Babia Viajes nos invitan a recorrer cinco locaciones míticas dentro de Gran Bretaña, que que todo cinéfilo debería conocer.
Cinéfilos y Babia Viajes se unen para llevarte a lugares de película ¿Y qué lugares más icónicos que todos los que rodean al cine de Reino Unido? A través del séptimo arte haremos un viaje que abarca desde la sociedad aristocrática del siglo XIX hasta una distopía fascista, con una serie de matices tan dispares como fascinantes.
Lo vasto y ancho del imperio británico a lo largo de su historia ha permitido la creación de un sinnúmero de mitos e historias que se ven reflejadas en su cine. Cada instancia de su desarrollo, cada pequeña transformación cultural y la fusión con los territorios que anexaban a la corona fueron construyendo los cimientos de una identidad multiforme que podemos encontrar en los lugares que se encuentran en cada relato de los que vamos a hablar hoy.
Princes Street – Trainspotting (1996)
El clash cultural es tan obvio como increíble, porque es en Princes Street, la calle que debe su nombre al del Rey Jorge III por donde vemos correr a Renton, Spud y Sick Boy en medio de su descenso por un espiral de consumo de heroína que les destruye la vida poco a poco. Esta contradicción entre un lugar dedicado a lo más alto de la realeza de Edimburgo y de sus calles principales, junto a uno de los elencos más reventados de la historia de la ficción, la han convertido en una de sus principales atracciones turísticas y un lugar completamente memorable para el cine contemporáneo. ¿Qué pensaría el príncipe Jorge IV, Duque de Rothesay y futuro rey si supiera que un grupo de yonquis iban a convertir su calle en un lugar tan popular entre los cinéfilos?
Templo de Apolo – Pride And Prejudice (2005)
Yendo de un extremo al otro, hay un vínculo entre el Templo del dios Apolo, uno de los tres edificios dedicados a dioses griegos que se encuentran en la finca de Stourhead y la historia de Orgullo y Prejuicio. Vanidades, egos y sentimientos casi divinos como el amor que se profesan Elizabeth y Mr. Darcy vuelven de este lugar, recordado en la memoria de los fans bajo una copiosa lluvia que hace aún más épica la declaración y apertura del corazón cerrado de Darcy, un destino de película. Comprada a sus dueños originales por más de 700 años, fue construida entre 1741 y 1780 como muestra de la educación y la fortuna de sus nuevos ocupantes: la familia Hoare. No hace falta establecer mucho paralelismo para darnos cuenta por qué Joe Wright utilizó este lugar tan emblemático para un choque de mundos tan disímiles.
Blue Door – Un lugar llamado Notting Hill (1999)
De un templo dedicado a un dios griego construido por una familia acaudalada, a una simple puerta azul en el medio de una callecita de un barrio cualquiera, el poder del cine es tan grande que uno nunca sabe dónde estará el próximo lugar emblemático. Esa puerta que llevaba al hogar del encantador y torpe William Thacker, dueño de -tal vez- la librería más aburrida de Londres, está ubicada en el 280 de la calle Westbourne Park de Londres. Dicen que esta puerta común y corriente se volvió tan emblemática que luego de ser vendida en una subasta y reemplazada por una puerta negra, tuvieron que volverla a pintar porque ya formaba parte del paisaje de Portobello Road, aquel barrio tan importante para Richard Curtis, la pluma detrás de la película, y un imán de turistas que sigue funcionando hasta el día de hoy.
Parlamento Inglés – V de Vendetta (2005)
Nuevamente pasamos de una simple puerta a uno de los símbolos más importantes del poder británico: primero sede de la legislatura del reino y luego convertido en 1707 en el parlamento, en la distopía que plantearon Alan Moore y Adam Lloyd en los ochenta, lo que lo volvía icónico no era su existencia, sino más bien todo lo contrario. Basado en el personaje real de Guy Fawkes que formó parte del llamado “Complot de la Pólvora” para asesinar al rey Jacobo I, es el enigmático personaje de V quien quiere terminar el trabajo de este católico inglés que intentó hacerlo volar por los aires. Junto al edificio del Old Bailey que forma parte de los primeros contactos entre su personaje y el de Evey Hammond, la destrucción de este ícono de la historia inglesa es para un anarquista declarado como Moore, el golpe perfecto contra la dictadura que ha tomado el poder en ese distante futuro fascista de 2020.
Universidad de Brunel / Flat Block Marina – La Naranja Mecánica (1971)
La Naranja Mecánica es tan icónica y más grande que la vida, que no pudimos contentarnos con un solo lugar. La universidad de Brunel ubicada en Uxbridge, sirve como ambientación para el centro de rehabilitación de uno de los psicópatas más famosos de la historia de la literatura y el cine, siendo distinguida precisamente por una excelente arquitectura brutalista. Allí, el terrible Alex DeLarge se reformará de una forma antinatural ante sus crímenes a través del Tratamiento Ludovico. Pero también es el lago artificial de Southmere, conocido como Flat Block Marina y ubicado cerca del edificio que funcionaba como hogar de Alex, una de las localizaciones más famosas del cine. Allí es donde, harto de la lucha de poder interna con sus drugos, el líder de la pandilla da rienda suelta a su ultraviolencia en cámara lenta mientras suena de fondo parte de “La Gazza Ladra” de Gioachino Rossini. Arte y salvajismo, todo unido en uno de los cuadros más bellos y feroces jamás creados por el maestro Stanley Kubrick.
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