En 2011, se estrenó un film de ciencia ficción que prometía ser una saga de 7 películas pero fue un gran fracaso. ¡Mirá cuál es!
La ciencia ficción es un género muy difícil en el cine. No siempre está bien valorado y no suele ser el más popular. Sin embargo, siempre alberga grandes historias, basados en exitosos libros populares. Por querer ser franquicias en el mundo cinematográfico, muchas historias quedan suspendidas por la poca convocatoria al momento del estreno.
Eso es lo que le pasó a Soy el número cuatro, una película estrenada en 2011 y dirigida por D.J. Caruso que buscaba ser el comienzo de una gran saga; pero, fracasó.
La sinopsis de la historia dice: “Después de que su mundo haya sido destruido por seres de otro planeta, nueve jóvenes alienígenas se esconden en la Tierra. Uno de ellos, el cuarto del grupo y que se hace llamar John Smith (Pettyfer), descubre que no está a salvo: sus enemigos se encuentran en la Tierra, han acabado con los tres anteriores y le siguen los pasos para dar con él. Para intentar no ser descubierto el joven cuenta con la ayuda de un guardián que le protege, Henri (Olyphant). Haciéndose pasar por padre e hijo, su nuevo destino es Paradise, un pequeño pueblo de Ohio, donde John conoce a Sara (Agron), por la que pronto comienza a sentir una gran atracción.“
Su elenco está compuesto por Alex Pettyfer, Timothy Olyphant, Dianna Agron, Teresa Palmer, Kevin Durand, Callan McAuliffe y Jake Abel. Es una historia que mezcla fantasía, romance y ciencia ficción. El film tuvo un buen número de taquilla, recaudando 150 millones de dólares pero la crítica especializada no tuvo interés en la historia que traía.
Estas valoraciones hicieron que se pusiera en duda su futuro dentro de la productora de la película. Por eso, las secuelas -que prometían ser 7 películas-fueron canceladas. Luego de estas cancelaciones, el director y los guionistas hablaron con la productora con el anhelo de poder continuarla; pero se desecharon las ideas.
Actualmente, se sabe que no habrá una continuación posible de la historia porque no hay un interés en que se realice.