“Stay Awake” abrió el festival de San Francisco a sala repleta. Estuvimos ahí y conversamos con sus protagonistas.
El entusiasmo de volver a las salas de cine desbordó a la audiencia que esperaba con ansias que las luces empezaran su proceso de tenue deceso hasta la oscuridad en señal de inicio de la función.
El film que abrió la jornada es una oda al amor familiar. Ese que en muchas ocasiones pende de un delgado hilo y se recupera a punta de resiliencia. La trama nos regala a una brillante Chrissy Metz , Michelle, una mujer que lucha contra su adicción a las prescripciones y que debe ser cuidada por sus dos hijos adolescentes, Ethan (Fin Argus) y Derek (Wyatt Oleff).
La película cuenta con la generosidad única el debutante director Jaime Sisley que cuenta parte de su historia como joven cuidador de una madre adicta a las drogas. Lo más interesante, viene de la sutileza de regalarnos la narrativa desde los ojos de esta pareja de hermanos, que dicotómicamente intentan vivir su juventud y, al mismo tiempo, tomar la responsabilidad de cuidar emocional y económicamente a una madre que a pesar de sus intentos no logra encontrar su proceso de sanación.
La película es conmovedora, pero no se pierde en el melodrama y encuentra su punto exacto en el humor catártico, ese que sostiene en momentos que solo podría quedar rendirse, ese que sale espontáneamente cuando no se espera para regalar una gota de esperanza, ese que disfraza emociones escondidas que muchas veces la sociedad no deja evidenciar. Las relaciones humanas que muestra el director nacen desde esa verdad única de la realidad, de ese proceso que solo puede ser tan puro porque fue parte de su vida y lo retrata en las diferentes formas de transformación que tiene la emoción más fuerte de todas; el amor. El balance de desesperanza y apoyo entre los hermanos ilumina. Cuando uno de ellos, ya desgastado, pierde las ganas de seguir, el otro toma el bastión y turnan su energía en un equilibrio precario de emociones que no le permiten ser del todo joven o ser del todo cuidador. En última instancia es el amor lo que los sostiene, el amor por su madre, hacia su familia, y, sobre todo, hacia la vida.
Un espectacular Fin Argus (Derek) toma el rol de ser el hombre de la casa, el que incluso en su dolor intenta esconder las lágrimas para ayudar a su madre y a su hermano. Wyatt Oleff (Ethan), reniega un poco más desde su juventud, pero sigue ahí, estoico, paralizado en ese vaivén emocional polarizado de perseguir sus sueños o apoyar a su madre que reside en la resiliencia humanizada de la adicción.
Por otra parte, Chrissy Metz (Michelle), se entrega al papel como ya la hemos visto antes en “This is Us” y da mucho más. Hay escenas que desarman el prejuicio y logran que la audiencia vea a la persona que está tras la lucha de una enfermedad que no le permite, incluso, llegar a cuidar lo más preciado que tiene; sus hijos.
Tuvimos la oportunidad de conversar con ella y esto fue lo que nos dijo:
¿Chrissy, por qué decides tomar este rol?
Conocí al director, Jamie, y me di cuenta de que éramos mellizos de cumpleaños, y dije okay, una señal. Luego me contó su historia, y dije tengo que hacerlo y tengo que decidirme ahora porque pueden dárselo a otra actriz, y pensé todos estamos lidiando con algo, la adicción a las pastillas es algo que está, que pasa ahora, y afecta a mucha gente y no hay mucha gente que lo sabe o que lo nota, y quería que hubiese más gente que lo supiera y que se puedan hacer cosas para ver qué se puede hacer al respecto y humanizar a la persona que lo está, como lo dice el director, es su mamá, hay que ver cómo superarlo.
¿Hay algo qué admires sobre tu personaje?
Admiro su valentía, ella lo intenta una y otra vez, hay que ser valiente para subirse nuevamente al caballo e intentarlo de nuevo, y más allá de si tiene éxito o no, sigue adelante y lo sigue intentando. Hay que premiar ese esfuerzo también.
¿Cuál es la esperanza que tienes sobre esta película y el impacto que puede causar en la audiencia?
Espero que todos puedan verla, todos quienes están pasando por un momento así de difícil también espero puedan verla, espero puedan identificarse con mi personaje, con sus hijos o hijas, con un miembro de la familia que esté sufriendo esto. Que la gente pueda ver que esto trasciende la película, que esto es de todos los días, que existe esperanza.