La década de los ‘80 es una de las más admiradas y extrañadas por la cultura pop; la música, las películas y los videojuegos son mucho mejores que los de ahora. En “Elige o Muere”, el nuevo film de Netflix, los personajes se encuentran en un presente donde la nostalgia se apodera de lo estético y del guión para terminar generando miedo y tensión desde el primer instante. Para esto, el trabajo se vale de “Curser” (En español “Execrador”), un videojuego de rol creado en 1984 que posee una maldición cuya procedencia se desconoce. El mismo fue desarrollado por Beck (Joe Bolland), el execrador, para maldecir personas y beneficiarse de su sufrimiento. Es decir, cada vez que los jugadores sienten dolor, miedo o tienen un trauma él mejora su salud y prospera
Como bien explica el párrafo anterior, la película no da demasiadas vueltas y deja en claro el argumento con una primera escena de terror. Esta sensación se mantiene en pie a lo largo de todo el film de una manera adrenalínica que deja los pelos de punta al espectador. Pero esta no es la única forma de tocarle la fibra sensible al público, dado que su personaje principal, el de Kayla (Lola Evans), es una adolescente que perdió a su hermano y vive con su madre adicta al crack. Además lidia con un trabajo desagradable, el haber dejado la escuela y una orden de desalojo Es ella quien, ante la posibilidad de ganar 15 Mil dólares, activa una copia del mismo en su computadora. A partir de ahí debe tomar decisiones poniendo en riesgo la vida de quienes forman parte de su entorno e incluso eligiendo entre la vida y la muerte de los mismos en pos de salvar la suya, ya que de no hacerlo muere.
En cuanto al elenco de actores, un punto en contra es la no aparición física de Robert Englund, conocido por interpretar al icónico Freddy Krueger. Este actor solo tiene presencia mediante su voz en el audio original pero se pierde en los doblajes. Sin embargo, el resto de las actuaciones hacen que este sea un detalle mucho menor. En primer lugar Lola, de quien no hay mucha información sobre papeles anteriores, deja entrever que sabe como llevar la carga de un personaje tan complejo como el suyo. Luego tenemos a Isaac, el mejor amigo de Kayla, interpretado por Assa Butterfield. Sin alejarse demasiado del nerd inseguro de Sex Education, este actor parece ser el indicado para el papel dado que no ridiculiza al personaje. Otro papel destacable es el de Eddie Marsan como Hal, un coleccionista de objetos viejos y ex jugador, que no solo parece demostrar una real obsesión por los ‘80 y tiene unos cambios de humor muy naturales.
A pesar de que el film no haya requerido grandes efectos especiales, los pocos que hay están bien logrados. Estos no solo parecen reales, sino que tambien le dan un tono impactante a la película como lo es el caso de la sangre. Con respecto a la elección de los escenarios se podría decir que por momentos la película posee un corte más oscuro, ambientes que están destruidos o desordenados, y por otros más moderno. Aún así, las locaciones no solo son representativas de los personajes cuando lo es necesario, sino que también dotan al material audiovisual de un estilo sombrío. Por último es bueno agregar que el final deja a la espera de una secuela.