Este 11 de marzo se estrenó en la plataforma Netflix “The Adam Project”, lo nuevo de Ryan Reynolds y el director Shawn Levy que más allá de la ciencia ficción nos regala un panorama que puede ser disfrutado por toda la familia.
No es la primera vez que Ryan Reynolds y Shawn Levy trabajan juntos, ya lo hicieron en “Free Guy” y se nota. El actor, que cada vez se parece más a su personaje de “Deadpool” en sus películas, destaca una vez más con el sello que se ha vuelto característico en su filmografía; comentarios irónicos, guion rápido y con un estilo humorístico que se concentra en la fluidez, liviandad y naturalidad.
“The Adam Project”, es ciencia ficción pura, además mezcla comedia y drama en un film familiar de viajes en el tiempo que destaca por sus efectos visuales y su remembranza a películas de los años ochenta como “ET”, “Volver al Futuro” y “La Guerra de las Galaxias” en guiños que se vuelven obvios al avanzar su desarrollo visual y narrativo.
Adam, un brillante Walter Scobell, tiene diez años y vive solo con su madre. El día que su entusiasta Golden Retriever lo guía al bosque aledaño a su casa y ve destellos cayendo delicadamente en su patio, nunca esperaría encontrarse con la versión adulta de él (Reynolds), quien en una misión por salvar su vida lo invita a una aventura que el anonadado pequeño, casi sin mayor cuestionamiento y asombrado por su futura musculatura, se suma enseguida.
El punto más alto de la película es la relación entre las dos versiones de Adam y la capacidad del carismático joven actor de seguir en secuencia casi mimética la tonalidad del reciclado personaje de Reynolds. Humor simple pero convincente, dominguero, podría decirse. Con mucha acción y drama que devela heridas de la niñez, sanación entre espacios temporales paralelos, misiones para salvar el planeta y juegos en el tiempo que mantienen a la audiencia activa en una hora cuarenta de film.
La película cuenta con un elenco conocido y revive la inolvidable pareja de “13 going on 30” que recrean a los queridos “Matt” y “Jenna”, Mark Ruffalo y Jennifer Garner como los padres de Adam que se vuelven vitales en el desenlace de la historia. Por otra parte, Zoe Zaldaña (Avatar) muestra su lado más lúdico y de acción como la pareja de Adam adulto, y Catherine Keener (Get Out), siempre impecable en su actuación, se suma como la antagonista, quien, dispuesta a todo, lucha por acabar con la vida de Adam.
A pesar de ser una historia que ya hemos visto otras veces en el cine, el film recrea esa nostalgia de décadas anteriores, marcadas por las versiones televisivas de películas de ciencia ficción con acceso a todo público y transversal a la audiencia generacional. Los recursos cinematográficos denotan una producción grande en cuanto efectos especiales, pero simple en su trama, provocando sonrisa fácil y fusionándose con una receta ya probada de emoción.
Definitivamente una película de domingo para disfrutar en familia donde las nuevas generaciones podrán encontrar una dupla que funciona a la perfección en su complicidad (Reynolds-Scobell) y las más antiguas podrán recordar esa sensación de novedad que sintieron cuando por primera vez estuvieron expuestos a mundos paralelos, viajes en el tiempo y a esa acción con narrativa dulzona que algo tiene para dejar a quien la ve.