El talentosísimo director se une a un equipo de cuatro realizadores más para invitarnos al íntimo mundo de “Los Enviados” serie que se estrenó este domingo 12 de diciembre por Paramount+ y que en sus primeros episodios deja ya ver su sello característico donde mezcla géneros y los convierte en uno indefinible que tiene lo mejor de los anteriores.
Un poco de thriller, ironía que se desliza, natural y efectiva, en diálogos que, como siempre lo ha logrado, son de una profundidad desgarradora que precisa ese escape catalizador del humor negro que sus personajes saben destacar muy bien. Lo que se convirtió en la primera preocupación del realizador al conocer al elenco.
Campanella nos contó, en el marco del Foro Paramount +2021, que no sabía cómo iban a reaccionar los actores ante los diálogos incisivos e irónicos que se enmarcaban en temáticas religiosas y potenciales sanaciones milagrosas. Pues bien, ahí el don del director quien permite que sus personajes se desarrollen sin caricaturas lo que propulsa un guion no forzado que se agradece.
Dos son los protagonistas. Miguel Ángel Silvestre (Sense 8) como Simón Antiaquera, padre y doctor en derecho canónico de la congregación de Las Causas para el Vaticano, su mayor virtud es parecer uno más en todos los lugares que se desempeñe, carismático, extrovertido, astuto y de temperamento fluctuante y de fácil movimiento de emocionalidad, debe compartir experiencias con Luis Gerardo Méndez (Narcos), padre Pedro Salinas. Perito médico, de pocas palabras y de fácil asombro, observador, la moral lo guía y la racionalidad lo mueve, opuestos totales. Los dos, llamados por el Vaticano para investigar un pequeño pueblo de México llamado San Acacio donde el cura Rafael Quintana presume sanaciones milagrosas. La misión de esta dupla es evitar el falso testimonio en nombre de la iglesia. Todo comienza, después de la llegada de los “detectives” religiosos al lugar, cuando el investigado (Quintana) desaparece sin rastro alguno dejando una institución siquiátrica y todo un pueblo a su merced.

La serie muestra, según su director, “esa frontera donde la fe se mezcla con la locura. El área gris que separa lo sobrenatural con la ciencia, y lo concreto con lo incomprobable”. Luis Gerardo Méndez (Padre Salinas), estuvo también presente en la rueda de prensa y no se guardó elogios para quien lo dirigió afirmando que él como realizador frustrado se impresionó por la capacidad que Campanella de poner la cámara en lugares inimaginables que terminan funcionando de manera magistral. El realizador nos contó que no adhería a ninguna religión pero que creía en el rol de los padres y monjas en las poblaciones más vulnerables. Siempre le llamó la atención que cuando todos se iban ellos siempre estaban ahí, por lo que había sido de su interés en alguna parte de su vida. Curiosidad que lo lleva a desarrollarla serie y centrarse siempre en las historias más que en cómo se presenta. La simpleza de cómo se cuenta es lo esencial, relató.
Campanella sigue demostrando la calidad de su trabajo en este formato serie-cinematográfica como lo hizo ya con “Vientos de Agua”, y deleita con esa mixtura particular de géneros como “El Secreto de tus ojos” y esa rotulación difusa de romance-policial. Hoy “Los Enviados” llama a la audiencia a hacer una inmersión en un mundo que ha sido explorado anteriormente en películas, pero relatada desde la perspectiva de los curas, una versión humanizada y más desconocida de la iglesia católica. Es disruptiva sin intencionalidad y funciona en balance equitativo compartiendo lo atrapante del thriller, con lo hilarante de la comedia negra.
“Los Enviados es un sueño hecho realidad. Es una combinación de formas, estilos y temas que me obsesionan desde siempre. La forma thriller que comencé a explorar en El Secreto de Sus Ojos, pero con mucha humanidad, se combina en Los Enviados con dos temas que pocas veces tuve la fortuna de tratar: la religión y los recovecos de la mente humana”. Juan José Campanella.