El reconocido actor argentino estrenó recientemente Errante Corazón, la segunda película de Leonardo Brzezicki, que se ubica como una de las mejores películas argentinas del año.
A sus 49 años, con treinta años de trayectoria y después de haber trabajado en más de 60 películas, con directores de la talla de Pedro Almodóvar, Adríán Caetano o Damián Szifrón, entre otros, a Leo Sbaraglia le llegó un guion de un joven director, Leonardo Brzezicki, que lo impactó en las primeras hojas. Meses después, ya estaba junto a él y a Miranda De La Serna trabajando en el proyecto, entre Buenos Aires y Brasil, y hoy, dos años después, finalmente Errante Corazón ya se encuentra disponible en HBO Max y es la película más recomendada por los usuarios.
En Errante Corazón, Sbaraglia interpreta a Santi (50) un hombre roto emocionalmente, padre de una hija adolescente, que va buscando contención y amor entre vínculos rotos y fiestas descontroladas.
Sobre cómo elige sus proyectos, la construcción de éste personaje tan particular, las devoluciones de sus colegas y mucho más, nos cuenta Leo Sbaraglia en una distendida charla.
Siendo que tu extensa carrera se destaca por tener en su gran mayoría películas muy buenas, contanos ¿cómo haces el proceso de selección de tus películas? ¿Qué tiene que tener un guion para que lo aceptes?
Me parece que las películas que uno decide hacer, tiene que ver con todas las que decide no hacer también. Igual no todas son tan buenas, hay películas que a veces me pregunto: “mm, ¿para qué dije que si?, acá hay que remarla en dulce de leche”, pero es laburo y se agradece siempre. Vos podes leer un guion y que la película después no este a la altura del guion y también hay grandes directores que con un guion flojo hacen una joya. Nunca sabes 100% como va a quedar.
¿Qué tuvo el guion de Errante corazón en particular y por qué decidiste involucrarte?
Ni bien lo leí dije ‘esto lo tengo que hacer’. Me emocionó muchísimo y me pareció super arriesgado, ¡súper! jugadísimo. Me tocó mucho el guion, me encantó y me encantó que me pase eso. El guion es un poco como se siente la película. Errante Corazón habla de nosotros, habla de vos, de mi, de nuestra herida, de lo que no tenemos resuelto, de cómo es la vida, de cómo es amar, de cómo es relacionarse, de la paternidad, de ser hijo. Hay un montón de cosas que se tocan en la peli que la convierte en lo que es, tan entrañable, tan visceral, tan tierna.
El director, Leonardo Brzezicki, dijo que estuvo 10 años casi trabajando en este proyecto, ¿cómo fue la relación y la dinámica con él?
Leo es eso que tiene la película. Un hombre tan tierno, tan sensible e inteligente. Hoy hay cantidad de gente que me escribe, colegas que respeto y admiro muchísimo, y me dicen cosas que no me dijeron nunca antes en la vida. La película, y Leo con esta película, está impactando. de una manera muy fuerte. Nunca había visto algo así en el cine argentino. Leo se propuso algo muy muy difícil como director, ni siquiera estoy hablando de mi trabajo, es él el que se pone en un lugar muy arriesgado, de apuesta muy honda y lo logra. No es fácil apostar tan hondo a algo tan difícil de contar, porque en definitiva es algo tan humano. Se nota el tiempo invertido, se nota la hondura, la complejidad y las capas que las películas tiene,
En épocas de rodaje de Errante Corazón, cuando estabas morocho y caminabas distinto, recuerdo que me dijiste algo como “no me puedo sacar a Santiago de mi cuerpo”. El trabajo físico qué hiciste es notable, ¿cómo lo preparaste, desde lo físico y desde lo emocional?
Si, es cierto. Crear a este personaje fue crear otro cuerpo, pero no físicamente sino que en la imaginación. A medida que pasaban los ensayos, me iba dando cuenta de que el cuerpo de Santiago era muy diferente al mío. Santiago se movía distinto, tenía otra energía, era más acelerado, tenía como otra electricidad, ¿Se entiende? Como que su acelere lo empecé a incorporar a mi cuerpo y me valí de ese cuerpo imaginario. Tuve que abrirme mucho porque si estás rígido, un personaje así, o quizás cualquier personaje, no entra. Hay que ir hacia delante y soltar la cabeza antes que el cuerpo.
Santi es muy acelerado, un caos por dentro e impecable por fuera…
Sí, él está muy incomodo con él mismo. Es un tipo que no puede estar solo. Por eso para mi este personaje fue de los más interesantes que interpreté en mi vida, realmente. Constantemente tenía que estar en contacto con un dolor abismal, muy extremo.
Estás el 99% de la película en pantalla, hay baile, descontrol, desnudos, crisis, etc. ¿cuál de todas las escenas fue la que más te costó hacer?
¡Hay de todo! Creo que la de la cena, en Brasil. Yo estaba muy metido en Santi pero en esa escena el personaje estaba fuera de sí entonces no me salía tan fácil. Por suerte Leo me dejó improvisar, me dijo que eso, por la improvisación, también era Santi. Hoy es de las escenas que más me gustan y la recuerdo con mucho cariño.
Luego de conversar sobre Errante Corazón salimos a contarle a los vecinos de este estreno y mirá lo que pasó: