Durante el 2001, Jake Gyllenhaal y Jennifer Aniston rodaron The Good Girl. En ese momento, el actor estaba enamorado de Jennifer y por eso todo fue muy difícil para él.
Enamorarse durante el set. Eso fue lo que le ocurrió a Jake Gyllenhaal en el año 2001. En ese momento el actor tenía 21 años, y tras el protagonismo adquirido por Donnie Darko se había convertido en toda una promesa. Junto a Jennifer Aniston rodó The Good Girl, film que se estrenó en el 2002.
En esa época, Aniston tenía 31 años y llevaba ocho temporadas siendo Rachel Green en Friends. La química entre Jake Gyllenhaal y la actriz eran evidentes. Pero el rodaje de The Good Girl, en donde Jennifer interpretó a una cajera atrapada en un matrimonio aburrido que tiene un romance con Jake, un compañero de trabajo más joven, fue tortuoso para el actor.
Los sentimientos de Gyllenhaal en el set de The Good Girl
Además, sostuvo: “Las escenas de sexo siempre son incomodas. Hay 30, 50 personas alrededor mirando y eso no me enciende mucho. Es algo bastante mecánico. Y también es como un baile, estás siguiendo una coreografía para la cámara. Puedes meterte a fondo en ello, pero es como una escena de lucha, tienes que coreografiar esas escenas”.
El actor reveló por primera vez en el 2016 que su amor platónico siempre fue Jennifer Aniston. En esta oportunidad, Jake Gyllenhaal realizó una entrevista en el programa de Howard Stern en la emisora Sirius XM y contó la situación que atrevesó en The Good Girl: “Filmar las escenas de sexo fue una tortura, sí lo fue”, y mientras se reía agregó: “Pero por otra parte no lo fue, claro. Es decir, fue una mezcla de las dos cosas”.
Por último, el actor reveló que en el set utilizaron la técnica de la almohada: “Recuerdo una almohada, sí, la usamos. Fue algo preventivo y siempre se usa cuando se mantiene una posición horizontal en una película. Todo lo demás era auténtico. Recuerdo que esos dos personajes tenían relaciones a cada rato, en sitios como… no sé, entre las cajas del almacén”. Además, dijo que fue la propia Aniston, más acostumbrada a ese tipo de situaciones, quien sugirió la técnico: “Creo que fue muy amable sugiriéndolo antes de empezar. Fue como: ‘Vamos a poner una almohada por aquí…’. Fue simplemente eso”.