Nancy Meyers siempre lo logra, por algo ha sido catalogada como la reina de la Comedia Romántica y aunque a sus 71 años sigue sacando logros como “The Intern” (Anne Hathaway- Robert DeNiro) ha tenido películas que han pasado a la historia del género por el cariño que el público les profesa. Así pasó con “Something´s Gotta Give” (Alguién tiene que ceder), más, recordando que tiene como protagonistas a la extraordinaria dupla Keaton- Nicholson, acompañados de un elenco incluye a la Oscarizada Frances Mcdorman, a Amanda Peet y al querido Keanu Reeves.
En esta película, Jack Nicholson interpreta a Harry Sandbord, un exitoso empresario con una fijación por las mujeres más jóvenes y a la evasión al compromiso. Como es parte de su costumbre, lo conocemos teniendo una aventura con Marin (Peet), una mujer evidentemente más joven que él, con quien va a pasar un romántico fin de semana a la playa… o eso pensaba.
Llegando a su destino, la pareja se da cuenta que no están solos, por su puesto como es clásico en la esencia de la directora, para llegar a tener esa consciencia pasan por escenas que producen que las carcajadas se multipliquen en el espectador. Es así como este hombre, esquivo a la monogamia y con eterno síndrome de Peter Pan, termina conociendo a la madre de Marin por sorpresa. La sensacional escritora Erica Barry (Diane Keaton), que en un rechazo mutuo evidente con Sandbord y con un intercambio de palabras -potenciadas por su hermana (Mcdormand) profesora de Género de la Universidad de Columbia que encuentra en él un caso de estudio- no hace más que producir tensión absoluta disfrazada de comedia entre la dupla protagonista. Y en una serie de eventos desafortunados Erica, termina siendo testigo del ataque cardíaco del invitado, dándole respiración boca a boca para salvar su vida y, en últimas consecuencias, quedar confinada a cuidar de este reticente paciente en su casa mientras pasa por su proceso de recuperación.
Desde ahí, todo va crescendo. Conocemos al joven doctor a cargo de Sandbord (Reeves), que, por su encanto- patentado en un plano secuencia hilarante- deja sin palabras a todas las generaciones de mujeres que conforman la familia Barry (Keaton- Mcdorman-Peet) pero él demuestra en la primera escena su fanatismo absoluto por la escritora, dejando claro que en ella está puesto su interés.
Cuando el doctor confirma que Sandbord no está en condiciones de salir del lugar donde vive Erica, Marin, vuelve a la cuidad, y con esto los protagonistas, Nicholson y Keaton, quedan solos. Aquí, comienza un tira y afloja que hace explotar en risas a los espectadores con las dicotomías de sus personalidades y la curiosidad que comienza a nacer de estas diferencias.
Con las maravillosas playas de los Hampton como telón de fondo, la directora, como es parte de su sello personal, logra mixturar a la perfección la comedia y el drama en un entretenida Comedia Romántica con actuaciones espectaculares.
Y que con el pasar de los días, entre recoger piedras en la playa, tomas de presión para conocer el estado de salud del protagonista, una escalera como meta, caminatas anunciadas dentro de la casa y conversaciones profusas que van quedando en un guion que fluye sin demoras, logra visibilizar temáticas más profundas como la soledad, el amor en la tercera edad, las oportunidades impensadas, el dolor y los destiempos, y a fin de cuentas, esas casualidades que cambian vidas y que demuestra que a veces… alguien tiene que ceder.