El debut de Emerald Fennell es una película de venganza distinta y una visión oscura y salvaje del empoderamiento femenino que no deja cuenta por saldar y que a veces trabaja con la precisión de un bisturí y otras, con la brutalidad de una motosierra.
Cassie tiene un pasatiempo: hacerse pasar por borracha en bares para que hombres la levanten y traten de tener sexo con ella mientras está “inconsciente”, ahí es cuando termina la ficción y confronta a estos tipos con el peso de sus propias acciones. Esa es la vida de Cassie, una mujer en sus 30 que se olvida de sus propios cumpleaños y carece de cualquier tipo de vida privada o vínculos ¿Por qué hace esto y que le pasó a Cassie para que repita lo mismo cada noche?
Promising Young Woman se ve y actúa como una película de venganza. Estéticamente soberbia, con una banda sonora magnifica y unas actuaciones donde Carey Mulligan se lleva puesta toda la historia, en su inicio nos conduce a una serie de conclusiones con las que va a jugar a su antojo. Es una película que se hace fuerte en las expectativas que tenemos y el subtexto y lo simbólico, cosas que ni siquiera llegan a jugarle en contra cuando es excesivamente obvia o va por lugares que ya consideramos comunes.
Es fácil considerar esta película de Emerald Fennell como una película de venganza feminista que demuestra que todos los hombres son malos y ya, pero tal vez sea caer en las grietas de la fuerza propia del film que arrasa y posiblemente lo arroje a uno ahí adentro. Desde el tono de la película (una comedia negrísima que cada vez se pone más negra) hasta las ambigüedades que maneja, es muy interesante ver como las obviedades de la película se mezclan con la información más disimulada, dejada a nuestra propia interpretación.
Esta comedia negra sabe bien qué es y que pretende y si bien toca fuertemente los temas de la toxicidad masculina, el patriarcado, los pactos de caballeros, la falsa sororidad y la complicidad de hombres y mujeres con el mismo sistema que los oprime, lo hace muchas veces con cierta acidez e ironía que nos hace bajar la guardia para los momentos en los que la película nos da una patada en el estómago.
Tal vez una de las claves para entender Promising Young Woman es enfrentarse a ella como cualquier otra película de venganza y dejarse avasallar por todo lo que ofrece entrelineas y entenderla como una película que no es cruel por el simple hecho de serlo y que no se toma nada a la ligera, que tiene una identidad propia muy marcada y que juega un juego de empoderamiento distinto al que solemos ver en el cine. El empoderamiento en Promising Young Woman raya la obsesión, es oscuro y parece no tener vuelta atrás, incluso esa oscuridad está pegada a su banda sonora donde “Toxic” de Britney Spears se vuelve un réquiem y “Angel Of The Morning” de Juice Newton se vuelve una aplastante y bestial marcha de la victoria. Esta visión de la venganza femenina y el empoderamiento recuerda a la segunda película de Jennifer Kent (“The Babadook”) “The Nightingale”, excesivamente recomendable: otra historia de venganza que la trata como algo justificado que, al mismo tiempo, no tiene vuelta atrás, cuya transformación es total e irreversible.
Para finalizar, “Promising Young Woman” es una película que a muchos le va a parecer divisiva, pero que no va a dejar tibio a nadie. Para muchos, una película que banaliza y carece de profundidad, y para otros, una de las mejores películas de venganza de los últimos tiempos, que no banaliza la lucha y el reclamo, sino que a veces se mete de lleno en el, con la precisión de un bisturí o la brutalidad de una motosierra.