David Lynch es uno de los directores más importantes de la historia del cine y en su aniversario de nacimiento hacemos un repaso por sus películas.
El maestro del séptimo arte siempre ha apostado por un estilo único. Lo onírico y lo simbólico siempre cobran una gran importancia en su cine. ¿Qué cinéfilo no ha pasado las 2 horas y 27 minutos de Mullholland intentando pausar, no solamente la película, sino también la inquietud de su mente? Entonces nos preguntamos: ¿Cómo logra atraparnos en un universo Lyncheano perturbadoramente incomprensible?
Esto podría deberse a que, ante todo, David Lynch es un artista. Además de hacer cine también es productor de música, fotógrafo y pintor, por lo que es evidente que está en la esencia de Lynch la pasión por la expresión de su universo mental (e inconsciente). Es por esto que los contenidos de sus filmes son mayormente de carácter surreal, onírico, psicológico, y por ende, forman parte del cine de culto.
¿Qué pretende David Lynch con sus películas? Recopilando entrevistas encontramos algunas de sus opiniones respecto al fenómeno cinéfilo creado por él.
–”Todas mis películas son acerca de mundos extraños, mundos a los que nunca podrías ir a menos que los construyas y los reproduzcas en una película”.
–“La mayoría de las veces la gente no entiende mi visión de las cosas. No tengo la menor idea de por qué la gente se siente incómoda con mi trabajo. Todo el mundo tiene un lado oscuro y un lado claro. El mundo en el que vivimos es un mundo de contrastes y polos opuestos y nuestra misión en este es la de combinar el poder de ambos polos. Eso es lo que trato de hacer con mi trabajo”.
–”Hay gente a la que le gustan las películas que se entienden y hay gente a la que le gustan las películas que dejan espacio para que el espectador sueñe. A mí me gustan las que permiten soñar. La comprensión intelectual no tiene más importancia que la posibilidad de sumergirse en cada escena separadamente. Me encanta enamorarme de una idea y ver cómo se transforma en cine, qué va haciendo con esa idea el proceso de filmación.”
-”El misterio es lo que más amo, es el magnetismo de la vida, y me resulta maravilloso saber que de la mayoría de las cosas no conocemos absolutamente nada. Estar en medio de la oscuridad y la confusión me resulta muy interesante. Porque cuando sales de ahí puedes ver las cosas como realmente son. Sería genial poder llegar a este punto. Creo que es un camino muy, muy largo. Mientras tanto, sólo existe sufrimiento, oscuridad, confusión, absurdos, y gente que va en círculos. Es fantástico. Es como un extraño carnaval: muy divertido, pero muy doloroso.”
–”Me interesa saber qué se esconde tras las limpias fachadas, tras los visillos de las casas, explorar los recovecos tortuosos de la existencia. Soy como un detective que destapa lo que los demás ocultan. Y es que este mundo de hoy no es un lugar tan maravilloso como dicen. No es el sueño más brillante.”
Creemos que nuestra admiración (y obsesión) por Lynch se debe a que el cine comercial nos acostumbró a la idea de que las películas piensen por nosotros. Pero con él esto no sucede, nos otorga un papel manicamente activo y nos invita a una experiencia 360.
Feliz cumpleanos Lynch, gracias por desafiarnos como espectadores, y por priorizar siempre las preguntas por sobre las respuestas, ya que certezas en el hombre nos enseñaste que no hay.